Las organizaciones ecologistas advirtieron, a primeros de marzo, que España había sufrido durante el mes de febrero un episodio de contaminación por partículas en el que durante varios días se superaron los niveles de concentración que marca la Organización Mundial de la Salud en varias ciudades españolas. Estos datos se ponen de manifiesto ahora en el resumen del primer trimestre obtenido por las estaciones de la red de control y vigilancia de la contaminación atmosférica de Castilla-La Mancha. Según estas cifras, en los tres primeros meses de 2019 se registran los peores datos desde que la Junta de Comunidades los recopila, desde el año 2013. Hay que tener en cuenta que estas cifras se tienen que revisar aún, comparar con la presencia de polvo africano, para saber los motivos reales de la alta concentración de partículas, no se puede señalar solo la contaminación, pero son una muestra de la sequía y las altas temperaturas con las que se inició este año y su influencia en el aire que se respira.
Estas situaciones han conllevado una treintena de días con mala calidad del aire si se suman las estadísticas de la estación de control de Ciudad Real y las cuatro que existen en el municipio de Puertollano. En concreto hay 22 días con mayor concentración de partículas que el límite marcado por la OMS en Puertollano y diez jornadas en Ciudad Real, aunque algunas fechas coincidan en ambas poblaciones.
De este modo, en la capital, los diez días con mala calidad del aire se reparten en cuatro durante el mes de enero, cinco en el mes de febrero y uno en marzo. El episodio de concentración de partículas se vivió en la capital del 19 al 24 de febrero, con el punto álgido en el día 20 cuando la concentración fue de 60,92 microgramos de partículas por metro cúbicos y el bajo en el 22, una jornada con aire normal, en medio de esa situación. En ese momento se acumulaban casi tres semanas sin lluvia en Ciudad Real con máximas que rozaban los 20 grados y mínimas entre los dos y tres grados. Además en enero fueron malos días por partículas el 1, 4, 5 y el 15 y en marzo, el día 26, se superó el valor recomendado por la OMS. A estos datos hay que sumar el día 29 de marzo, cuando según los datos de la red hubo altas concentraciones de ozono en la capital, cuando también hubo varias semanas consecutivas sin lluvia.
En cuanto a Puertollano, los 22 días con mala calidad del aire en el primer trimestre se concentran en el mes de febrero. En este caso hay dos episodios: el primero del 13 al 15 de febrero y el segundo del 18 al 25. Además hay que sumar la jornada del 28 en que también se superaron los umbrales de concentración de partículas. Como en Ciudad Real, el día con los datos más altos fueron el 20, con 80,25 microgramos por metro cúbico de aire, el límite es 50, para marcar la mala calidad y a partir de 60 se considera que hay muy mala calidad del aire. Además, en la ciudad minera hubo seis días en enero (1, 3, 4, 5, 8 y 15) y otra jornada (el 26) con altas concentraciones de dióxido de azufre. En marzo fueron cuatro días (1, 2, 3 y 17), a los que se puede sumar el 10, por altas concentraciones de ozono, según los datos recopilados por La Tribuna de la publicación realizada por la red de control de la Junta de Comunidades.
Lluvias en abril. Hay que tener en cuenta que estos episodios de alta concentración de partículas en Ciudad Real o en Puertollano ocurren en un trimestre en que solo hubo ocho días de lluvia en la provincia de Ciudad Real. Cuando existen precipitaciones, el agua arrastra esos elementos hasta el suelo y el ambiente es más limpio. Por ponerlo en comparación, el año pasado hubo 41 días de lluvia y apenas se registraron jornadas con mala calidad del aire.
Este episodio con escasez de precipitaciones concluyó en abril, un mes que ha sido calificado por la Agencia Estatal de Meteorología como muy húmedo al haberse recogidos 86 litros por metro cuadrado. Además las temperaturas han sido apuntados como normales, con 13 grados de media, cuatro por debajo de lo normal. Los tres meses anteriores recibieron la calificación de seco o muy seco, según los resúmenes climatológicos que publica la Aemet.