Lleva en Ciudad Real casi tanto como La Tribuna en la calle. María Isabel Serrano Nieto llegó a Ciudad Real en 1991 para hacerse cargo del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 después de pasar por juzgados de Requena (Valencia) y Alcalá de Henares, más cerca de su Madrid natal y, en tan solo siete años, se hizo acreedora del respeto y la estima de sus compañeros que la eligieron juez decana. En la primera oportunidad en la que el puesto se elegía por votación, no dudaron en otorgarle su confianza como decana, un apoyo que han refrendado en todas las elecciones y ya son 22 años como juez decana.
Su cargo le ha proporcionado una atalaya privilegiada desde la que juzgar, en esta ocasión, la labor de los medios de comunicación a la hora de recoger la actividad de jueces, magistrados, fiscales, abogados y demás actores del mundo de la justicia. Considera que la prensa en general siempre ha reflejado la información relativa a la Justicia con «mucha fidelidad y exactitud».
La juez Serrano pone el acento en que «no podemos olvidar en un estado democrático como el nuestro que la prensa coadyuva a mejorar el día a día de las instituciones y, en el ámbito de Justicia, proporciona una información al ciudadano que, de otra forma, no tendría. El ciudadano sólo conoce la Justicia cuando acude a ella y, por tanto, su percepción está de alguna manera mediatizada por la respuesta que ha obtenido», remarca tras felicitar a La Tribuna por su 30 aniversario.
La juez decana, en una información del año 2005. «He visto que ha ido evolucionado y creciendo. Los profesionales de este periódico que han venido a cubrir las noticias relativas a la Justicia lo han hecho mostrando una gran sensibilidad y respeto. Han difundido las noticias de una forma absolutamente objetiva tratando de trasladar al ciudadano todos los asuntos relacionado con el mundo de la Justicia. Es un lujo contar con medios de comunicación como el vuestro y, concretamente, contigo».
Confiesa que no recuerda cuál fue su primer contacto con La Tribuna, pero destaca su compromiso con la información, con el lector y la Justicia recogiendo los problemas que la acucian. Siempre que me han llamado para preguntarme por alguna cuestión relativa a la Administración de Justicia he tratado de que mi respuesta fuera clara, de forma que pudieran reflejar lo que es la Justicia, sus problemas, necesidades, y cómo jueces y magistrados afrontamos el día a día. Nos volcamos en el trabajo para solventar los problemas, la falta de medios, sin limitación de horario, mañana, tarde y noche, fines de semana incluidos poniendo sentencias, con lo que eso conlleva para la vida personal y familiar, que sufre estas carencias como el resto de ciudadanos porque, pese a ese esfuerzo, no conseguimos llegar», se lamenta.
Protesta histórica. La falta de medios humanos y técnicos desembocó en 2018 en una protesta histórica. Recuerda «vivir un momento único. Fue la primera vez que los miembros de las carreras fiscal y judicial decidimos ejercer el derecho de huelga con la esperanza de que esa drástica medida sirviera para que de una vez se tomara en serio a la Administración de Justicia y a los que prestamos servicio a la misma y dejáramos de ser la eterna olvidada», subraya la juez decana.
Las principales razones fueron «el riesgo del desprestigio y la falta de independencia que la Justicia española venía sufriendo desde hacía tiempo y la evidente falta de medios materiales y humanos, ya que tenemos menos jueces en proporción al número de ciudadanos y más litigios». Además, «los medios con los que trabajamos se van quedado absolutamente obsoletos por mucho que intentan ir mejorándolos». En definitiva, «hubo un profundo malestar en la carretera fiscal y judicial con los responsables de Justicia por la dejación y abandono en que se encuentra este servicio público. Todas las asociaciones de jueces y fiscales han reclamado a los responsables una Administración de Justicia del siglo XXI con calidad, medios e independencia».
A este respecto, asevera que los jueces «ejercemos nuestras funciones con total independencia sujetos a la Constitución y a las Leyes, pero para lograr una mayor eficiencia en la Administración de Justicia se nos ha de dotar de medios tanto humanos como materiales». En Ciudad Real, añade, se necesitan nuevos órganos judiciales, juzgados de Primera Instancia e Instrucción, de Penal, Social y plazas en la Audiencia Provincial.
En este contexto, afirma que el nuevo edificio de los Juzgados de la Plaza del Trillo, que abrió sus puertas la primavera de 2006, «supuso un cambio absoluto y un beneficio enorme para todos, sobre todo para el ciudadano, los abogados, procuradores ... Antes estábamos desperdigados, los juzgados mixtos en la Audiencia, los penales en la ronda del Carmen, los sociales en un bajo de la calle Río ...».
En cuanto al nuevo modelo de Oficina Judicial, la juez decana sentencia: «No ha mejorado nada; todo lo contrario, ha empeorado. No ha respondido a las expectativas. Creo que no es el sistema adecuado. El modelo anterior, en el que cada juzgado se organizaba su propio trabajo y lo llevaba para adelante, era más eficaz a todos los niveles. No sé si necesita más medios o qué, sólo que no responde a las necesidades ni a las expectativas desde mi punto de vista», concluye.