«Ciudad Real forma parte de un vacío conceptual»

Cándido de la Cruz
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Entrevista con el escritor y periodista Sergio del Molino, reconocido con los premios Ojo Crítico, Tigre Juan, Cálamo y al mejor ensayo en 2016, es autor de La hora violeta (2013), La España vacía (2016) o La mirada de los peces (2017), entre otros

«Ciudad Real forma parte de un vacío conceptual» - Foto: Pablo Lorente

Se podría decir que Sergio del Molino (Madrid, 16-8-1979)  es la voz de los territorios deshabitados, un músico capaz de interpretar el silencio. No en vano, este escritor y periodista madrileño fue el que acuñó el término La España vacía en un libro que se convirtió en un fenómeno en 2016. Su viaje por ese «país que nunca fue» se relató el pasado martes con motivo de la celebración de la Feria Nacional de Fenavin, donde el periodista y escritor participó en una mesa redonda en la que expuso su visión sobre este particular trayecto.

Nunca una definición fue tan precisa como la de la España vacía.

Lo cierto es que no era mi intención, yo sólo quería titular un libro. Había un tema ignorado y de repente ha habido una toma de conciencia de que hemos perdido precisamente esa conciencia.

¿Por qué ha surgido con tanta vehemencia el mensaje de la España vacía, sobre todo en las elecciones?

Literariamente es un tema que ha estado presente desde el siglo XIX  cuando empieza a sentirse ese abandono, cuando hay una cultura campesina que se está extinguiendo. No ha estado anteriormente en el debate político, sólo a nivel local y regional, y ahora sí, quizás también influido porque ahora  hay una especie de topónimo como es de la España vacía que puede aglutinar este sentimiento. Pero también es anterior a las elecciones generales, ya que llevamos entre tres y cuatro años con un cambio de sensibilidad, no tanto en los lugares más afectados como en las propias ciudades.

Esta denominación ha tenido un uso muy político en los últimos tiempos.

Es un tema que políticamente es agradecido, no genera enfrentamientos. Tú dices que quieres defender la España vacía y que quieres apoyar a la gente de los pueblos y tu oponente no te va a quitar la razón, no va a decir que se jodan. Genera consenso. Es un discurso sin enemigos, hace quedar bien a quien lo defiende y ha habido partidos que lo han esgrimido porque le salían los números de diputados, pero no porque hubiera un discurso articulado ni un interés real.

¿Existe alguna solución?

Somos pobrecitos escritores que no tenemos ninguna solución. Es ingenuo incluso esperarlas. Lo que podemos hacer los escritores es reflexionar, exponer lo que nos preocupa, ya que sería incluso grosero ofrecer soluciones. Gestionar administrativamente la España vacía es muy caro y muy difícil. El problema es que el campo también es silencio, lo que sucede en los pueblos no trasciende y cuando sale algo es por un suceso terrible. Siempre digo que para salir hace falta que un vecino salga a la calle con su escopeta y se cargue a 20  personas. De esta forma se está creando un sesgo muy peligroso porque el campo sólo interesa cuando suceden cosas terribles y por tanto parece que en el campo sólo suceden cosas terribles. Y luego está el sesgo contrario, cuando se idealiza el campo.

¿En qué lugar se encuentra Ciudad Real dentro de esa España vacía?

Ciudad Real es un lugar poco conocido. Dentro del imaginario de España tiene una imagen muy potente con, por ejemplo, las minas y el vino. La propia ciudad de Ciudad Real es lo más desconocido de toda la provincia, forma parte de un vacío conceptual, es un lugar paradójicamente muy desconocido porque está muy cerca de todo. Merecería conocerse más.

El humor manchego se ha puesto muy de moda, ¿hasta qué punto ha influido en la imagen que se tiene de los habitantes de la región?

En el libro hago un pequeño homenaje a los chanantes, ya que lo que hacen es darle la vuelta al estereotipo del paleto, utilizar el habla dialectal  de Albacete en concreto como estándar del lenguaje. Dinamita por completo esa idea del paleto como forastero, como alguien de quien reírse, ya que los caricaturizados son los otros. Es un hallazgo y crea una ruptura. En cambio sí que ha hecho daño Paco Martínez Soria y todo el humor burdo que pretende caricaturizar y reírse de un tipo humano.

Y al revés, ¿tienen una imagen acomplejada los habitantes de la España interior?

Así es. Es algo que pesa mucho, son siglos de machaque cultural, siglos de desprecio. Y pesa sobre todo en el éxodo de los años 50, gente que vive acomplejada y que se transmite de padres a hijos. Hay un acomplejamiento que se ve en los medios de comunicación, los que salen en la tele no hablan como tú, y es un proceso que ha dolido. Ahora que somos conscientes ya quizás es demasiado tarde.