Ahora que se clausura la exposición 'Ciudad Real VI Centenario. Una ciudad en la historia', que desde el mes de abril se ha exhibido en el Museo López Villaseñor con motivo de del 600 aniversario del otorgamiento del título de ciudad y de la mano de un grupo de profesores universitario, surgen algunas preguntas que convendrían ser respondidas por las autoridades municipales y por los responsables de la cultura regional. No sobre la exposición en sí misma y sobre sus contenidos, sino sobre la continuidad de estos. ¿Por qué no optar por dar continuidad –frente a la efímera vida de la muestra clausurada– a lo mostrado ya, en lo que podría constituirse como la semilla fundacional del nonnato Museo de la Ciudad? Donde, incluso, las piezas prestadas por el Museo Provincial, por el Museo del Quijote y por otras entidades públicas, podrían mantenerse en depósito en esa colección documental de la vida local.
Una reflexión histórica y documental - como la mostrada durante estos meses- que podría ampliarse y revisarse en aras de mantener un centro de documentación histórica y de exposición documental, que sería la almendra fundacional de esa propuesta que desde aquí hago a todos los vientos posibles. No sólo el Museo de la Ciudad y el Centro de Documentación Local. También la posibilidad de erigir el Museo de la Ciudad como sede de actividades periódicas de carácter temporal y centro de coordinación de actividades ciudadanas. Exposiciones fotográficas, cartográficas, pictóricas, cinematográficas que tuvieran como fondo el común escenario de la ciudad. Incluso la datación, registro e inventario de archivos gráficos de particulares, como han sido los fotógrafos de la ciudad que la han capturado durante largos años. Lugar de encuentros a través de conferencias temáticas sobre la Historia, la Geografía, la Antropología, el Urbanismo, la Arquitectura o las Artes Plásticas.
Luego estaría el problema no menor -pero tampoco irresoluble- de la sede del museo, para algunos otra piedra angular, ahora que se abandonan edificios y no se reutilizan. Sede museal que bien podría ocupar temporalmente, espacios municipales infrautilizados: desde el Museo López Villaseñor –en algunas de sus salas–, al Museo del Quijote, del antiguo Casino –otras posibilidad cierta– al Elisa Cendrero. Incluso, si el proyecto demandase espacios alternativos y se fuera consolidando al paso del tiempo abrir las posibilidades de usar la Casa de Cultura del Prado y hasta el Convento de las Terreras. Hasta la abandonada sede de la antigua delegación de Sanidad, podría merecer el esfuerzo de recuperación edilicia y creación museística. Quedo a la espera de noticias.