Marcelino Oreja es una voz más que autorizada. Fue ministro de Asuntos Exteriores en el primer Gobierno de Adolfo Suárez (1976-1980), desde donde comenzó las negociaciones para incluir a España en la entonces Comunidad Económica Europea (CEE) y posteriormente, ya en los años 90, participó en la elaboración del Tratado de Maastricht, uno de los textos fundacionales de la moderna Unión Europea.
Convencido europeísta, Oreja resaltaba que «es un momento difícil, un momento en el que hay unas vacilaciones por parte de algunos países que no responden a los principios que han inspirado Europa. Los valores europeos hay que respetarlos, hay que mantenerlos», resaltó durante su intervención en el Ciclo de Conferencias ‘Juristas y economistas: balance y perspectivas de las Ciencias Sociales en el siglo XXI’, de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales del Campus de Ciudad Real de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Desde su experiencia, el jurista resaltó que «hay países que no respetan ese sentimiento, fundacionales algunos, pocos, y otros que se incorporaron en los 90. Me da mucha pena porque la riqueza de Europa está en esos valores, en la libertad, en los derechos humanos. Si eso falla es muy grave».
Entre los países que han demostrado tener vacilaciones destacaba a «Hungría, Polonia, incluso Italia con Salvini, pero sobre todo los países del centro de Europa, también como Austria».
Como «optimista nato» confiaba en que «se puedan salvaguardar los valores de Europa».
Cataluña. Dentro de la conferencia ‘El valor de Europa en un mundo global’, Marcelino Oreja también se refirió a la situación de Cataluña. «Sabemos que se está distorsionando la realidad, hay que actuar con mucha energía y con mucha firmeza. Los principios no se pueden quebrar y creo que todas las fuerzas democráticas tienen que actuar unidas, no puede haber discrepancias», señalaba Marcelino Oreja, que añadía que «lamento mucho esta situación, he vivido una época como la Transición en la cual ante los grandes temas estábamos de acuerdo todas las fuerzas políticas. Echo de menos esa identidad y que ante un tema que afecta a toda la ciudadanía española no exista esa unidad». Dentro de esa firmeza que reclama, Oreja no dudaba en señalar que «el artículo 155 está en la Constitución, como los demás, y por tanto hay que aplicarlo cuando proceda».
Por su parte, el decano de esta facultad, Juan José Rubio, resaltó la importancia de transmitir los valores europeos «en un momento en el que incluso se está cuestionando su continuidad a través de procesos como el Brexit o presiones internas que pueden hacer pensar a la gente que la Unión Europea es un proyecto fallido».