Una Semana Santa más allá de la túnica

D.M.
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Las cofradías afrontan la fiesta central del catolicismo a base de recuerdos y oraciones en el ámbito más íntimo del hogar, y también con mensajes y símbolos en los balcones para ornamentar y mantener más vivo que nunca el espíritu

Una Semana Santa más allá de la túnica - Foto: Tomás Fernández de Moya

Hoy no será día de estreno, de llevar la palma en la mano o de asistir o ver procesionar la ‘Borriquilla’ por las diferentes localidades. Es el pistoletazo de salida tradicional de la Semana Santa, el evento más importante en zonas como el Campo de Calatrava pero, sobre todo, en la capital por sus más de 24 hermandades, más de una treintena de pasos y hasta 12.000 cofrades que reúne a miles de visitantes de toda España atraídos por su sobriedad y silencio conjugado de la influencia andaluza. Será como un día de lluvia permanente. Pero sin el anhelo de mirar el cielo constantemente para ante la mínima posibilidad procesionar la imaginería de esa treintena de tallas que sobrecogen las calles de Ciudad Real.

El presidente de la Asociación de Cofradías de Ciudad Real, Francisco Turrillo, desconoce si habrá iniciativas de las cofradías en el interior de los hogares para esta Semana Santa confinada. Él la vivirá «como todos, en casa». Parco en palabras y expresividad ante uno de los peores momentos que vivirá la Semana Santa de Ciudad Real, se limita a decir que se «suspendió todo y hay que aceptarlo».

Sin embargo, las cofradías están preparando toda una serie de baterías de recuerdos, de símbolos y mensajes para ornamentar balcones, ventanas y «mantener el espíritu» de ese momento especial que es para miles de cofrades la Semana de Pasión. Así lo reconoce José Manuel Moreno, presidente de la Hermandad de las Palmas. A través de los consejos del Congreso Nacional de la Borriquilla, sus hermanos dibujarán y pintarán palmas para exponerlas en la calle e intentarán reflejar con estos símbolos el espíritu de su cofradía que cada año sale de las dependencias del Colegio Hermano Gárate.  

«Será un misterio», apunta Rafael Cantero, colaborador de este periódico y de otros medios de comunicación, además de escritor y gran conocedor de la Semana Santa de Ciudad Real, que añade que «será una semana especial, porque se verá despejada de las vestimentas y se dará paso al recogimiento y a la religiosidad interior. Será una semana de oración, de intimidad, muy personal».

Los hermanos y cofrades intentarán mantener sus vivencias a través de videoconferencia, mensajes de Whatsapp, vídeos de imágenes de otros años. «Es un tiempo para recordar procesiones», adelanta Cantero. La televisión será la vía más recurrente para reminiscencias pasadas. Televisión Ciudad Real, Imas TV y CMMedia recuperarán las procesiones de otros años para que los cofrades puedan cumplir con su estación de penitencia, aunque no sea presencial.

Quedarán pendientes estrenos, novedades y sobre todo quedará inédito el olor a incienso, el perfume de las flores que ensalzan los pasos, la luz y las sombras que proyectan miles de velas y esa banda sonora que acompaña la mayoría de las imágenes. Muchas hermandades y cofradías han reconducido los gastos de cera, flores y bandas de música a asociaciones solidarias por la pandemia del COVID-19. Es otra manera de vivir la vertiente caritativa de la Semana Santa.

No es la primera vez que sucede esta suspensión. La Guerra Civil privó a los ciudadrealeños de procesiones, oficios y demás celebraciones relacionadas con la Semana Santa de Ciudad Real. En esos años, como explica Cantero, fue diferente a esta situación que se vivirá en estos próximos días. Entonces, había una imposición pero esta vez hay una «concienciación general» ante la crisis sanitaria y un riesgo muy grande de «contagio». Eso sí, cree que la gente ha asumido la situación desde hace varias semanas y ya está pensando en cómo afrontar estos días tan especiales para las hermandades y cofrades de miles de pueblos y localidades.

Desde hace más de ochenta años, el protagonismo de la Semana Santa no será el «folclore» que rodea las estaciones de penitencia de cada una de las cofradías. Por primera vez será una semana más allá de la túnica, de las indicaciones del capataz, del peso que soportan los costaleros, de las esperas en los rincones más emblemáticos, el camarín, la plaza Mayor, el pasaje de la Merced... «Se impondrá la visión del sentido religioso al  que hay detrás de la túnica».

Se desconoce también qué ocurrirá con la subvención nominativa que recibe la asociación de cofradías por parte de las instituciones públicas, especialmente del Ayuntamiento de Ciudad Real, por la Declaración de Interés Turístico Nacional.

Son respuestas que quedan en el aire y que se abordarán una vez que pase un confinamiento que dejará una estampa inusual hoy sin la procesión multitudinaria y casi festiva del Domingo de Ramos. Sucederá lo mismo por la tarde y días posteriores con los momentos claves de una Semana de Pasión que no se celebrará en la calle. Las retransmisiones eucarísticas por las diferentes plataformas darán contenido. El obispo trasladará las celebreciones a la catedral con los mismos horarios de otros años con la salvedad de que será una misa a solas, sin fieles.