Montiel musealizará la entrada original al Castillo

Ana Pobes
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Ocho alumnos, mayores de 45 años, trabajarán hasta octubre con el objetivo de que las visitas de este verano puedan entrar por el acceso medieval de hace 650 años

Montiel musealizará la entrada original al Castillo

Montiel sigue cuidando y consolidando a su niña bonita: su castillo.  Y con ese objetivo, la Fundación Castillo La Estrella ha promovido un nuevo taller de empleo que comenzó el 2 de mayo y finalizará en octubre. Tiempo en el que ocho alumnos (seis hombres y dos mujeres) mayores de 45 años trabajarán para consolidar y restaurar la entrada original por la que el rey de Castilla y León Pedro I accedió  a la fortaleza. Un hecho que ocurrió hace 650 años, cuando en 1369 el rey se refugió en el castillo para defenderse de su hermanastro Enrique de Trastámara, futuro Enrique II, y con quien luchó bajo las almenas del castillo de Montiel.

Tareas de arqueología e investigación que ya se iniciaron el año pasado con otro taller de empleo de otros ochos alumnos, promovido entonces por el Ayuntamiento de Montiel. En aquella ocasión, se trabajó en la documentación y excavación del acceso original, por lo que el «gran objetivo de este año será la restauración de la entrada original para que sea el acceso principal de los visitantes» como así lo comenta a La Tribuna, el arqueólogo de Montiel, David Gallego.

Conocida como la Puerta de Hierro, como así constatan los documentos, se musealizará para que «se conozca el sistema de entrada que había hace más de seis siglos» en el Castillo de la Estrella, por lo que se instalarán paneles «con documentación de cómo estaba en sus orígenes», pues «era la entrada principal del castillo en el momento del conflicto bélico y regicidio de Montiel», subraya al tiempo que declara que se continuará además con las visitas guiadas, ya que «cada vez hay un mayor flujo de turistas». Fiel reflejo de ello, es que el año pasado se llegaron a alcanzar las 4.000 personas, cifra que la fundación espera superar este año con la puesta en marcha de la musealización, ya que el reto es que esté finalizado antes de la época estival.

Una puerta «muy interesante reconstruida ya virtualmente en 3D»  pero también «muy novedosa constructivamente para su tiempo», pues elaborada de madera estaba forrada por fuera de hierro para que «no se pudiera quemar e impedir que entraran las flechas lanzadas», y de la que hoy se conservan los dobles codos, las escalinatas para subir y las jambas de la sillería, por lo que «cualquier persona puede entender perfectamente el acceso» a pesar de que «no está la puerta física». Incluso ya el año pasado, recuerda, se descubrió «una especie de trampa que había al final de la escalinata y que se abría para que los soldados cayeran en el caso de que se produjera un ataque».  

Pero la investigación no se centra solo ahí. El profesor de Historia Medieval en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y uno de los directores del proyecto de investigación en el castillo de La Estrella, Jesús Molero, señala que la Universidad de Castilla-La Mancha trabaja para «acotar lo máximo posible el lugar donde se produjo la batalla», y de momento, comenta, «se ha encontrado el sitio donde Enrique II instaló su campamento para asediar al castillo durante diez días» y «donde se han hallado restos de cerámica del siglo XIV y elementos metálicos como puntas de ballesta, placas metálicas de las armaduras, restos de un cuchillo y una pequeña cadena». Restos, argumenta Molero, que «no tienen un alto valor económico pero sí histórico» para poder estudiar una batalla medieval que «hasta el momento no se había estudiado desde el punto de vista arqueológico». Elementos, insiste, que «nos dicen que ahí hubo una batalla».

Tres fases. El profesor de Historia Medieval explica que el combate tuvo tres principales fases: un primer ‘encontronazo’ que tuvo lugar a cinco kilómetros del municipio, la batalla entre todas las tropas que se produjo en las proximidades del pueblo, donde el Ayuntamiento instaló un monolito, y la zona en la que Enrique II instaló su campamento mientras Pedro I se refugiaba en el Castillo.

Tres fases de las que ya se ha localizado el lugar del campamento, por lo que ahora se trabaja para acotar de manera más precisa el lugar de la batalla y estudiar de manera «más precisa» el sitio en el que se produjo ese primer choque. Así, en un futuro a «medio plazo» se tiene previsto hacer un itinerario de la visita a lo largo del Jabalón y realizar rutas de senderismo arqueológico. El objetivo, insiste Jesús Molero, «conocer con mucho más detalle el campo de batalla».