La base Coronel Sánchez Bilbao de Almagro acoge desde el pasado 27 de abril, el contingente al mando del comandante Pablo Soler Corredera, que realiza su última fase de preparación antes del despliegue del contingente ISPUHEL XII en apoyo a la coalición internacional en la operación Inherent Resolve, en Irak.
El grueso de la unidad está formado por 71 efectivos del propio Batallón de Helicópteros de Ataque (BHELA I) de Almagro, además de los batallones de helicópteros de Maniobra III (con sede en Logroño)y IV (Sevilla) , el de helicópteros de Transporte Bheltra V (Madrid), Batallón del Cuartel General de las FAMET, así como algunos miembros de otras unidades del Ejército de Tierra.
En esta fase final de preparación, según información facilitada a La Tribuna, se realizan ejercicios de adiestramiento, tanto en ambiente diurno como nocturno, entre los cuales se incluyen vuelos en patrulla, repostajes en caliente, ejercicios de guerra electrónica, tomas en áreas confinadas, así como otros ejercicios tácticos para mejorar la interoperabilidad de los distintos modelos de helicópteros que participan en esta fase. De igual forma, se han impartido diferentes conferencias sobre formación sanitaria, seguridad de vuelo, asesoría militar, historia del conflicto y situación actual en ZO (Zona de Operaciones), vida y funcionamiento en la base estadounidense de Camp Taji.
Defensa ultima en la base de Almagro el despliegue en IraqEste pasado miércoles se llevó a cabo un ejercicio de evaluación final para valorar las capacidades alcanzadas de la unidad y la integración de la misma, dando por finalizada la fase de preparación del contingente antes del despliegue. «La cohesión y el hermanamiento del contingente son pilares fundamentales para el cumplimiento de la misión, por lo cual, esta fase final es fundamental antes de realizar el despliegue en zona de operaciones, donde el contingente se reúne para operar como una única unidad y adiestrarse de forma conjunta», destacan desde el Ministerio de Defensa, donde también se apunta que durante la fase de concentración se han extremado también las medidas de higiene y distanciamiento social para minimizar el riesgo de contagio entre el personal por COVID-19. De hecho, antes del despliegue, todo el contingente reunido pasará una cuarentena de dos semanas en una instalación militar para a su final, pasar pruebas de PCR e ir directamente a la zona de operaciones.