El Colectivo Espinas desarrolló ayer por la tarde una sentada feminista en la plaza Mayor con motivo del Día Internacional de la Mujer, una protesta autorizada y «manteniendo todas las distancias porque precisamente este año es cuando más se nos ha intentado acallar y más que por motivos de salud pública creemos que ha sido por motivos de género, por eso hemos buscado una alternativa a la manifestación», afirmó Marta Vaquerizo, de dicho colectivo y quien expuso muchos de los problemas que siguen teniendo las mujeres.

En concreto, se refirió al aumento en un 24% de las denuncias de violencia de género durante el confinamiento, pero también a la brecha salarial. «Tenemos que reivindicar más que nunca la igualdad también en derechos laborales», del mismo modo que mencionó a las mujeres trans, «silenciadas durante muchos años». La sentada comenzó con una treintena de personas a la que se fueron sumando participantes hasta alcanzar alrededor de medio centenar repartidas en una cuadrícula para determinar la distancia y el uso obligatorio de mascarilla. Se desarrolló con proclamas que recuerdan la lucha feminista. «Contra el patriarcado, mujer obrera, lucha a nuestro lado», «con ropa, sin ropa, mi cuerpo no se toca o «no son muertas, son asesinadas». Los aplausos acompañaron en algunos momentos dichas proclamas. El hecho de que durante este año no se hayan celebrado otras movilizaciones y se haya ‘cortado las alas’ al 8M fue otra de las cuestiones a las que se refirieron. «Parece que a la gente lo único que le molesta es el feminismo porque ha habido manifestaciones de todo tipo y no han causado tanto revuelto», sentenció Vaquerizo.