Castilla-La Mancha cuenta desde hace un mes con un nuevo decreto de Planificación Farmacéutica para regular y garantizar la atención de los pacientes en todos los municipios. Este nuevo marco normativo en el que se explican aspectos como una futura convocatoria o la apertura de botiquines, lo inicia Ciudad Real con nueve farmacias de Viabilidad Económica Comprometida (VEC), dos menos de las que hubo al finalizar 2017, y un total de 18 botiquines. Las primeras se trata de farmacias cuya facturación anual no llega a un límite y que suelen estar en núcleos rurales, aunque también ha habido años atrás algunas en grandes municipios, incluso en su centro. La segunda es una figura que ganará terreno ante la despoblación de algunos municipios, como método para garantizar la atención farmacéutica a los vecinos.
El presidente de los Farmacéuticos, Francisco Izquierdo, recordó que esa reducción en el número de farmacias VEC no es por cierres sino que o bien han superado, por poco, esa facturación mínima o no han solicitado la ayuda a la que tienen derecho.
En Castilla-La Mancha existen 138 farmacias VEC, concentradas sobre todo en Cuenca (44), Guadalajara (36) y Toledo (33). Albacete cuenta con 1, más o menos como Ciudad Real. Para que haya tan pocas existe una disposición geográfica con unos pueblos ciudadrealeños «más grandes» y con núcleos donde se concentra más población. «En los últimos años ha habido un incremento del 21 por ciento en Castilla-La Mancha, a las que se suma que hay un 26 por ciento de farmacias preVEC», apuntó el presidente del Colegio de Farmacéuticos, Francisco Izquierdo. En la región existen «175 farmacias en riesgo real, de las que 102 son únicas en sus municipios» y en las que hay 52 donde solo trabaja el farmacéutico como profesional sanitario». Se trata de farmacias que atienden a casi 90.000 pacientes y que se podrían quedar sin este servicio esencial. Para el presidente de los farmacéuticos de la provincia estos datos y el incremento de las VEC de los últimos años se encuentran aspectos como que el colectivo ha soportado «el 45 por ciento del ahorro obtenido» en cuanto a los medicamentos. «Pese a esto, las farmacias han hecho un esfuerzo importante porque anteponen la salud de los pacientes a su propia inestabilidad», dijo Izquierdo, quien recordó que ya lo hicieron al inicio de la crisis un esfuerzo con los impagos, cuando se siguió «dispensando medicamentos a todos los pacientes», hasta poniendo patrimonio personal.
«Las farmacias VEC se suelen concentrar en zonas rurales donde vemos que la población va disminuyendo y en estos casos es importante que la administración se dé cuenta que hay ciertos lugares donde no se pueden abrir farmacias y hay otras alternativas como los botiquines», dijo Izquierdo, con el recuerdo de que el objetivo es garantizar la atención
Botiquines. «Un botiquín es como una farmacia pero no está abierta constantemente», explicó Izquierdo. Se trata de un despacho que depende de una farmacia titular. Los que se abran a partir de ahora serán los del municipio de menor tamaño y más cercano a la localidad. Estos farmacéuticos se ponen «en contacto con el médico y con los pacientes, para que la población esté atendida en todo momento», dijo el presidente de los Farmacéuticos. «La asistencia es exactamente igual», apuntó Izquierdo, quien recordó que «en poblaciones pequeñas la viabilidad de la farmacia no se sostiene». Un ejemplo son los municipios que han perdido población donde es necesario saber qué ocurre cuando bajen de 40 ó 50 habitantes y «el botiquín ofrece una solución de garantía y estable en el tiempo para ese municipio.