Límites que ayudan a crecer

María Jesús Álava
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Los niños necesitan unas pautas, reglas y normas que harán de ellos adultos libres que sepan afrontar las dificultades en el futuro

Desde la psicología contemplamos con preocupación cómo las nuevas generaciones, en muchos casos, se sienten más insatisfechas ante la vida. Aparentemente, los niños hoy tienen muchos medios a su alrededor y parecen gozar de privilegios que no tuvieron sus padres, pero pocas veces se han sentido tan inseguros, tan solos y, lo que es peor, tan perdidos en una sociedad llena de estímulos.

La realidad es que viven en un mundo en el que las prisas y la superficialidad predominan sobre la reflexión y la profundidad. En la actualidad, muchos padres se sienten culpables del poco tiempo que dedican a sus hijos y tratan de compensar esa falta de tiempo con un exceso de regalos, de juguetes o dispositivos electrónicos.

Los niños tienen menos hermanos, menos posibilidades de jugar a juegos de movimiento, donde ellos sean los protagonistas y puedan experimentar, crear, reflexionar, utilizar el razonamiento lógico y el sentido común. 

Viven en un mundo aparentemente muy conectado, donde reciben muchos estímulos e información, que muchas veces no son capaces de asimilar e interiorizar.

¿El medio hoy es más agresivo?

El medio que nos rodea hoy es menos humano, más competitivo, lleno de obstáculos y de exigencias, que condicionan la vida de los chavales, de sus padres y profesores.

Un medio que muchas veces parece empujarnos en una carrera sin frenos, donde intentamos llegar a metas que no parecen conducir a buenos destinos. Así, muchos padres y muchos hijos se sienten sin referencias que les den confianza y faciliten su labor.

Antes, mayoritariamente, cuando los padres acudían al psicólogo, lo hacían ante las dificultades escolares o de aprendizaje que presentaban sus hijos. En la actualidad, la mayoría de los menores que vemos en la consulta acuden por problemas de conducta, por falta de interiorización de límites y por dificultades de convivencia. Estos problemas suelen presentarse antes en el medio familiar que en el escolar, pero cada vez son más numerosos y aparecen en edades más tempranas.