Peñarroya roza el lleno y comienza a desembalsar

N. S.
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Entre el jueves y el sábado se recogieron en Tomelloso 76,8 litros de agua, más del doble de lo que ha llovido en Ciudad Real capital durante todo el invierno

Peñarroya roza el lleno y comienza a desembalsar - Foto: Pablo Lorente

Las lluvias de los últimos días han terminado de colmar el vaso de un periodo que parecía abocado a la sequía. El cielo de abril está siendo generoso con el campo de la provincia que ya empezaba a mirar hacia arriba con preocupación. Fruto de las últimas precipitaciones y como consecuencia de una Semana Santa pasada por agua, el pantano de Peñarroya roza el lleno, al situarse al 98,04 por ciento de su capacidad, y ha empezado estos días a desembalsar agua. En concreto, según fuentes de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, 4,2 metros cúbicos por segundo entre desagües, fondo y aliviadero.

En Tomelloso, donde se sitúa el pluviómetro más cercano a este pantano, cayeron entre el jueves pasado y el domingo 76,8 litros por metros cuadrados, más del doble de lo que ha llovido en Ciudad Real capital en todo el invierno (28,4 litros). Ha sido la zona donde más generosas han sido la precipitaciones durante estos jornadas. Según los datos de la Agencia Estatal l de Meteorología, en Alcázar de San Juan se registraron 67 litros por metro cuadrado, mientras que en Valdepeñas se han acumulado 33,6 litros y con 23,8 litros en Ciudad Real hasta el sábado.

preocupación. Peñarroya atraviesa una situación excepcional con 50 de los 51 hectómetros cúbicos de su capacidad llenos, mientras que en la misma semana de 2018 el embalse se encontraba al 52,94 por ciento de su capacidad, con sólo 27 hectómetros cúbicos completos.

La escasez de precipitaciones que se ha registrado a lo largo del año hidrológico (desde octubre) hasta este periodo de Semana Santa estaba siendo un verdadero quebradero de cabeza para los agricultores, que veían en los cereales los signos más inmediatos de la sequía y que auguraban lo peor si no llovía. La combinación entre la falta de lluvias y las altas temperaturas podía ser perjudicial para muchos cultivos de la provincia, poniendo en peligro principalmente la cosecha del cereal.

El temporal no ha traído sólo suspensión de procesiones y días grises para el turismo, gracias a las últimas lluvias los embalses se están recuperando. Pese a ello, el nivel de agua está en uno de los niveles más bajos de los últimos años. La cuenca del Guadiana se encuentra al 53,30% de su capacidad, sin embargo en la misma semana del año anterior estaban al 64,24%. Se debe fundamentalmente, a la falta de lluvia de este invierno y primavera. En invierno ha caído la mitad de agua de lo normal y en primavera las lluvias están siendo irregulares.