Darío Rodríguez concluía en enero en Arabia Saudí la que era su novena participación en el Rally Dakar, como miembro de la organización y pieza fundamental en el sistema de seguridad y apoyo sanitario a los pilotos. Nueve aventuras en tres continentes distintos en las que se ha enfrentado a situaciones de emergencia de todo tipo y gravedad, pero ninguna parecida a la actual. Este enfermero de Saceruela, integrante del equipo de la UVI Móvil del Hospital General Universitario de Ciudad Real, vela ahora por la salud de los ciudadrealeños junto al resto de sus compañeros. «Esto es más duro que cualquier Dakar», afirma sin dudar, mientras valora el esfuerzo que está haciendo la ciudadanía, lo que le hace ser optimista sobre la evolución de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.
Darío Rodríguez está comprobando de primera mano que los vecinos de Ciudad Real se están tomando muy en serio este periodo de confinamiento, lo que le anima a pensar que sus resultados se van a ver en breve. «No se ve un alma por la calle», afirma el enfermero, que ha notado en estas dos últimas semanas una disminución importante en el número de pacientes con patologías genéricas que requieren la atención urgente de la UVI móvil, «porque entienden cuál es la emergencia real en estos momentos y también porque nadie quiere ir ahora al Hospital», salvo por que sea por una causa de fuerza mayor, al tratarse de un lugar con alto riesgo de contagio. «Todo esto tiene que servir. Es así como se paran los contagios. La gente está colaborando para doblar esa dichosa curva de número de casos y yo estoy convencido de que a finales de esta semana o inicio de la que viene, que será cuando termine el primer confinamiento decretado, se verán los resultados», asegura, aunque no por ello deja de recalcar la gravedad de la situación actual y la necesidad de que se extremen las medidas ordenadas por las autoridades sanitarias.

(reportaje completo, en la edición impresa)