José Antonio Culebras (16-1-1979. Puertollano) se encuentra estos días en Brasil formando parte del cuerpo técnico de la selección española que está disputando el Mundial Sub 17. Tras una larga trayectoria como futbolista, que incluyó varias campañas en Primera División en las filas del Tenerife, Numancia o Levante, poco a poco fue reorientando su vida hacia la formación, mientras mataba el ‘gusanillo’ de seguir jugando al fútbol en el Almazán soriano del Grupo VIII de la Tercera División. 

Desde hace unos meses, Culebras trabaja para la Federación Española, ejerciendo de tutor de los futbolistas de las categorías inferiores y sirviendo de nexo con sus profesores, para que puedan mantener una cierta normalidad y compatibilizar la práctica deportiva con su desarrollo académico.

El Mundial en lo deportivo para España se ha saldado de momento con un empate inicial ante Argentina (0-0) y una goleada ante Tayikistán (5-1), a la espera del partido de esta noche frente a Camerún (21 horas). 

Sin embargo, para el puertollanero el torneo comenzó de una forma complicada. El jugador canario Yéremi Pino (Villarreal) sufrió un problema ocular en la víspera del primer encuentro por un balonazo en un entrenamiento y tuvo que causar baja. Culebras fue el designado por la Federación para acompañar al futbolista en su viaje de regreso a Madrid y, una vez en la capital de España y sin apenas dormir, volver a embarcar junto a su sustituto, Alejandro Blesa (Levante), rumbo a tierras cariocas. Más de un día metido en aviones con apenas unos minutos de descanso para cumplir con la labor asignada.

De nuevo en Brasil, Culebras se ocupa de estar en permanente contacto con los futbolistas y sus coordinadores académicos, que son los que establecen las tareas que debe realizar el jugador durante la concentración. 

«Al principio hay una reunión y a partir de ahí se establecen las pautas de trabajo, y horarios para concluir con una reflexión grupal de lo realizado. Se efectúa una autoevaluación y también se comparten retos o ejemplos de actitudes positivas. Finalmente, hay una labor de ‘feedback’ con los coordinadores de los clubes, a los que se informa de lo que ha hecho cada jugador y se trabaja en dinámicas de grupo, tanto cooperativas como recreativas», relata Culebras.

Para desempeñar su misión, el puertollanero considera clave «introducirte en su mundo. Hay que sentir y pensar como ellos para conocer la realidad del momento que viven». En este sentido, Culebras considera que hay que actuar «desde la empatía y hacerles responsables y autónomos de sus actuaciones académicas y sociales».

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