La UCLM trabaja para regresar a la presencialidad en meses

Hilario L. Muñoz
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La UCLM ha licitado la compra de mobiliario por casi dos millones de euros para la etapa después del COVID, ante la posibilidad de que la 'normalidad' llegue este curso

La UCLM trabaja para regresar a la presencialidad en meses - Foto: Tomás Fernández de Moya

Con Castilla-La Mancha a las puertas de tener vacunada al 80 por ciento de su población empiezan a surgir cuestiones sobre el momento en el que habrá que relajar más las medidas y plantearse un regreso paulatino a cierta normalidad anterior a la pandemia. En esa línea es en la que está trabajando la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). La próxima semana la institución generalizará el curso en todos sus grados, puesto que hay algunos que ya han empezado las clases, y trabaja con la posibilidad de que en unos meses se pueda plantear un regreso a la normalidad, al menos en cuanto a los aforos. 

«El Vicerrectorado de Ciencias de la Salud tiene un grupo de expertos y les pedimos información de lo que iba a pasar en septiembre», comentó el vicerrector del área, Alino Martínez. La respuesta de este grupo fue que si no era en septiembre, al poco, iba a haber un escenario de «normalidad, de aforo normal». Eso implica que la adecuación de infraestructuras que se hizo por la pandemia ya no serviría. En la UCLM quitaron los bancos corridos que había en las aulas para colocar mesas individuales y esto provocó una reducción del aforo. «Justo al inicio del verano hemos sacado un pliego de compra de casi dos millones de euros para adquirir mesas de un metro de ancho y volver a esa normalidad cuando se pueda». 

Se trata de una situación que puede llegar «en noviembre» o «en marzo», no se puede dar una fecha exacta, pero «la Universidad ha hecho la estrategia para cuando el Ministerio diga que hay que volver a la presencialidad total», sin la distancia de seguridad actual. 

protocolos. El vicerrector expuso que este curso se ha planteado desde las pautas aportadas por el Ministerio, lo que implica tratar de tener «la máxima presencialidad». Esto supone mantener la situación que hubo ya en la UCLM el curso pasado, en cuanto a limitación de aforos, distancia de 1,5 metros entre estudiantes, mascarilla, hidrogeles y ventilación. Hay que tener en cuenta que la universidad regional trabajó el curso pasado dando clases a todos los estudiantes, de tal modo que hubiera una serie de estudiantes con el profesor en el aula y el resto en casa, rotando entre unos y otros; o bien en un aula espejo, donde todos los estudiantes están en la facultad, unos siguen la clase por pantalla y otros con el profesor, teniendo todos contacto con el profesor en algún momento, «al estar todos en el centro». Esto ha hecho que no haya clases 100% online como en otras universidades y, de hecho, las prácticas se han realizado todas, subdiviendo las clases en varios grupos.

Martínez recordó que la UCLM realizó un esfuerzo extra el pasado curso por mantener la presencialidad. En primer lugar se hizo un estudio, por la investigadora Florentina Villanueva, para analizar los aerosoles en la UCLM, tomando datos del CO2 acumulado en más de un centenar de aulas del Campus de Ciudad Real. «Hubo un informe en el que se dijo que la ventilación en la universidad era óptima y se dio una pauta a los decanos y directores». 

Un segundo aspecto extraordinario de la pandemia en la UCLM es la contratación de un equipo sanitario compuesto por un médico y seis profesionales de enfermería, uno por Campus. Se contrataron en primavera con el objetivo de responder al correo covid@uclm.es, donde cada integrante de la UCLM debía comunicar si eran contacto estrecho de un positivo. Además han analizado la tasa de incidencia dentro de la UCLM. La conclusión de su trabajo es que «no ha habido ningún contagio dentro de la UCLM», los que ha habido «se han producido fuera». Su contrato se ha prolongado hasta final de año a consecuencia de la quinta ola y de esa posible vuelta a la normalidad en unos meses.  

Martínez apuntó además que, desde julio pasado, la UCLM cuenta con un certificado Aenor y el sello ISO/PAS 45005 que certifica los protocolos de limpieza frente al COVID. «La UCLM está muy preparada y cuando vinieron los auditores de Aenor se quedaron sorprendidos por la medición de CO2 y el rastreo y control interno realizado». Se trata de aspectos a los que se suma la posibilidad de realizar pruebas PCR de saliva a todos los estudiantes por la propia Universidad. Serían pruebas sin validez sanitaria, ni el positivo ni el negativo descartan el contagio, pero permitirían realizar un cribado inicial de forma rápida de ser necesario en algún momento.