Nidia García Moya es una de las karatecas con mejor futuro del país. La deportista del Okinawa Valdepeñas cumplía esta temporada su último año como júnior y puede presumir de haber sido campeona de España en todas las categorías, además de haber representado ya a la selección nacional en numerosas citas internacionales. Por ejemplo, el pasado mes de febrero acudió al Campeonato de Europa en Budapest, competición en la que participó también dos veces como integrante de la selección española cadete, llegando a ser subcampeona continental en 2017 en Sofía (Bulgaria). 

Justo antes de la declaración del estado de alarma, la pupila de Vicente Antequera había subido a lo más alto del podio en la prueba de la Liga Nacional celebrada en San Sebastián (categoría kumite sub 21 -48 kilos), competición que también se adjudicó el año pasado y que fue muy emotiva para ella, pues las finales tuvieron lugar en el pabellón Virgen de la Cabeza de su ciudad natal pocos días después de que lograse el oro en el Campeonato de España Júnior.

El confinamiento ha trastocado muchos de sus planes para este año, si bien, desde la Federación Española recibe periódicamente un plan de entrenamientos. «En casa tenemos un patio grande y puedo entrenar bien, aunque es verdad que de equipamiento prácticamente no tengo nada». Su hermana Ihone le echa una mano en estos entrenamientos, que están más centrados «en el aspecto físico que en el karate propiamente dicho», aclara. Mentalmente, admite que es duro «seguir entrenando sin tener un objetivo claro. Estamos acostumbrados a tener un reto, una competición y ahora tienes que mantener la motivación para seguir trabajando sin saber realmente cuándo vamos a poder volver a competir, aunque todo esto va a pasar».

Sus grandes objetivos estaban hasta el final de año fijados en revalidar sus títulos en el Campeonato de España y en la Liga Nacional. Ahora todo son incógnitas.  En 2021 debutará como sub 21, «una categoría muy complicada, donde la gente ya tiene más nivel y experiencia», explica.