Un grito de júbilo acogió el disparo de pintura rosa que dio la señal de inicio a la V Carrera Rosa organizada por Amuma. Fue la señal de partida para los casi 2.500 inscritos, en su gran mayoría mujeres, que expresaron así su apoyo a las afectadas por cáncer de mama y su reivindicación en tono festivo de un mayor respaldo a la investigación en materia oncológica.

Algunos corredores se lanzaron a hacer los cuatro kilómetros de recorrido en el mínimo tiempo posible y otros a disfrutar de una mañana de domingo a ritmo rápido, a veces al trote y otras andando.

Al tono festivo contribuyeron varias niñas que optaron por rodar sobre patines y patinetes, algún preadolescente en bicicleta, quienes se equiparon con botas saltadoras y padres que empujaban la silla de paseo de sus pequeños. Del mismo modo, hubo parejas y grupos que hicieron algún sector de la carrera cogidos de las manos, especialmente en el tramo final ya sobre las pistas de atletismo del Polideportivo rey Juan Carlos.

La primera mujer en traspasar la línea de meta fue María del Carmen Navarro, quien justificó su participación «porque me gusta mucho correr y especialmente por animar a las mujeres». Así, invitó a las afectadas por la enfermedad a que «no dejen de luchar contra ella». Otra de las participantes en la carrera, Mayte Navas, dijo que «para quienes hemos pasado por la enfermedad el objetivo es sentirnos solidarias, sentirnos arropadas. Lo más importante es dar un mensaje de esperanza a las nuevas diagnosticadas» y hacer ver que la detección precoz es «imprescindible».

En la línea de salida la presencia institucional fue alta. Josefina Arias, representante de la junta directiva de Amuma aseguraba que el objetivo «no es tanto recaudar con las inscripciones, que apenas queda para la asociación, como visibilizar la enfermedad, decir que de esto se sale y aquí estamos las afectadas». Del mismo modo, animó a las mujeres a que «no tengan miedo de la autoexploración».

La alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, recordó que también es afectada por la enfermedad y mostró su emoción por «ver toda Ciudad Real de rosa», al tiempo que advertía que «una de cada diez mujeres tiene o podrá desarrollar un cáncer de mama», a las que transmitió que «el cáncer no es muerte, el cáncer es lucha».

La consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno Regional, Blanca Fernández, tuvo palabras de recuerdo para la fallecida presidenta de Amuma, Teresa Espinosa, a quien calificó como «la gran precursora de este movimiento» . Además, Fernández señaló que el Ejecutivo autonómico anima a todas las mujeres «a que participen en los programas de detección precoz de cáncer de mama».

Así, detalló que hasta el pasado mes de agosto, en la región, se han revisado a 76.500 mujeres, en tanto que en 2018 fueron 100.000, cuya suma es «el 75 por ciento de la población femenina entre 45 y 69 años». Por ese motivo, se dirigió especialmente al 25 por ciento restante para pedir: «Cuando reciban la carta del Sescam para hacerse una ecografía, que lo piensen y que se acerquen, que pueden salvar su vida».