Los clubes de Tercera División siguen esperando instrucciones desde la Federación de Castilla-La Mancha, que  a su vez mira hacia arriba esperando movimientos de la Española y la Liga de Fútbol Profesional. Cuando se cumplen este fin de semana dos jornadas de aplazamiento en la competición, los equipos se mantienen inmersos en un mar de incertidumbre, de lo que dejaron constancia el pasado miércoles en una reunión virtual bajo el paraguas de Proliga, asociación nacional formada por clubes de Segunda B y Tercera. 

Allí estuvo representado el Manchego, que junto al resto de asistentes contrastó posturas con respecto a la situación actual. Preocupa la problemática de afrontar las nóminas de sus plantillas en un hipotético alargamiento de la temporada, así como el alquiler de varios pisos, con el agravante de que, al no tratarse de contratos profesionales, no podrían aplicarse expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).

Pascual Pérez, cuya actividad profesional no ha cesado, se muestra preocupado por esta situación y ve necesario que en breve se tome una decisión al respecto por parte de las autoridades federativas. Aboga por aguardar un poco más, pero si no hay garantías de que la crisis sanitaria quede resuelta en un plazo aproximado de tiempo, vería lógico dar por finalizada la competición. El fin es «acabar con la incertidumbre» que atenaza a los clubes modestos, y si hay que dar la temporada por anulada, que se diga cuanto antes para no alargar esta situación.

Entiende que cada club, a tenor de su situación deportiva, tendrá unos intereses al respecto. En el caso del Manchego, dar por cancelada la campaña no supondría un mayor problema al estar fuera del descenso.

Lo que sí celebra Pérez es que todos sus jugadores están bien de salud, y la mayoría de ellos en sus respectivos domicilios familiares.