El Ayuntamiento de Argamasilla de Alba está ultimando los términos del convenio que confía en firmar con Tomelloso a lo largo de 2020 para establecer los criterios de pago de las obras de la nueva estación de tratamiento y filtrado de agua potable (ETAP) y los costes de mantenimiento de una infraestructura en la que se va a invertir 1,4 millones de euros. Los trabajos comenzaron a finales de 2019 y está previsto que pueda estar en funcionamiento en «noviembre o diciembre del presente ejercicio».
El Pleno de Argamasilla de Alba ya aprobó en diciembre de 2018 un borrador de convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Tomelloso para este fin, pero finalmente no llegó a rubricarse ante las dudas mostradas por los grupos de la oposición que «no veían las cosas claras», tal y como explica el alcalde de la localidad, Pedro Ángel Jiménez. Aquel documento estipulaba que, una vez finalizada la obra, teniendo en cuenta la cuantía de adjudicación de la misma y el consumo de cada uno de los municipios, se establecerían los porcentajes definitivos que debería aportar cada ayuntamiento para la construcción y mantenimiento de la infraestructura, un porcentaje que incicialmente se estableció en un 70% para Tomelloso y el 30% restante para Argamasilla, que abonaría en tres anualidades, entre 2020 y 2022.
Jiménez subraya que el equipo de Gobierno del PSOE y la oposición están trabajando sobre la base de aquel borrador, pero avanza que el criterio para el pago de las obras puede cambiar del consumo de cada municipio al número de habitantes. «Las cuantías son muy parecidas en ambos casos y lo importante es que finalmente salga adelante, porque es un proyecto necesario para la localidad y muy beneficioso para todos, ya que redundará en una mejor calidad del agua», apostilla el regidor, que ya ha mantenido también contactos con el primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Tomelloso, Francisco José Barato, para ir allanando el camino.
Desde hacía años se venía hablando de la necesidad de una nueva planta potabilizadora para las localidades de Tomelloso y Argamasilla de Alba, pero la aparición de microalgas en la red de abastecimiento, en el año 2018, aceleró la puesta en marcha de los pasos necesarios para su construcción. «Gracias a este proyecto, el agua va a ganar en calidad, porque se van a eliminar todos los residuos secos y partículas en suspensión del agua bruta que procede de Ruidera», explicó hace unas semanas el portavoz del equipo de Gobierno de Tomelloso, Iván Rodrigo, durante una visita a las obras en el recinto de los depósitos de Santa María.
Hasta el momento, el agua procedente de Peñarroya llega a estos depósitos, donde se está construyendo la estación de tratamiento de agua potable (ETAP), se clora para desinfectarla y baja hacia las localidades. Ahora se va a incorporar esta planta intermedia de filtrado, que permitirá eliminar las particulas en suspensión y residuos secos que vienen con el agua desde el pantano, es decir, se clorará antes de la filtración, lo que permitirá echar menos cloro después.