Rubén Marchán despega

Manuel Espadas
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El pivote manzanareño del Ademar León ha superado la cifra de los 300 goles en Asobal y mañana debuta en Europa

Rubén Marchán lanza a portería en un partido de esta temporada. - Foto: Javier García Abanca Ademar León

Rubén Marchán sigue creciendo en la Liga Asobal. El pivote manzanareño de 25 años (20 de septiembre de 1994) está viviendo el que posiblemente sea su mejor momento como profesional, coincidiendo con su llegada al Ademar León de Manolo Cadenas. Si el pasado fin de semana alcanzaba la redonda cifra de los 300 goles en Asobal, este miércoles la pulverizaba con una espectacular serie sin fallos de 8/8 ante el Guadalajara de Hombrados, Dani Santamaría y su paisano Pedro Fuentes, para ayudar en la clara victoria de su equipo (30-21). 

Tras debutar en Asobal en las filas del Ciudad Encantada de Cuenca (temporada 2014-2015), Rubén Marchán cumplió un amplio ciclo de cuatro campañas en Benidorm, las últimas dos y media a las órdenes del histórico Zupo Equisoain. Ahora, en el Ademar al manzanareño no le ha hecho falta mucho tiempo para convertirse en una pieza básica del conjunto de Cadenas. No en vano, es el segundo máximo goleador del equipo y quinto de toda la categoría. Pero no se conforma con ello: «Ahora tengo más minutos en ataque y estoy empezando a entrar también en tareas defensivas, que es lo que busco. Sé que necesito trabajar y entrenar más ese aspecto, ya que llevo tiempo sin hacerlo, y es un objetivo que tengo pendiente».

Rubén Marchán, además de exhibirse en el escaparate Asobal, también lo podrá hacer a partir de mañana en Europa, puesto que el Ademar debuta en la Copa EHF en Novi Sad (Serbia) contra la Vojvodina. Escaparates, ambos, que seguro estará observando con interés el seleccionador absoluto, Jordi Ribera. Es una bonita posibilidad con la que sueña el ciudadrealeño:«Es algo que creo que todos esperamos que llegue algún día. Es difícil porque la competencia en mi puesto es grande, así que por el momento sólo me queda seguir trabajando, entrenando e intentar mejorar para que algún día llegue».

Llegue o no esa llamada de la selección absoluta, Rubén Marchán está disfrutando de esta nueva etapa deportiva. En el Ademar destaca que «la integración al equipo fue muy fácil por el ambiente tan bueno que hay», sin olvidar que allí ha coincidido con su paisano Juanjo Fernández. Además, valora la figura de su preparador, un Manolo Cadenas que entrena «mucho y muy intenso, y eso es algo que necesitaba».

A sus 25 años y 204 centímetros de altura, Rubén Marchán sigue creciendo en Asobal, en busca de un techo desconocido aún.