La pandemia reduce a la mitad las publicaciones

M. Lillo
-

Las creaciones contabilizadas en el Registro de la Propiedad sólo registraron un leve descenso y destacan principalmente las obras literarias y las musicales

Libros expuestos durante una feria literaria. - Foto: RUEDA VILLAVERDE

El mundo de la cultura está sufriendo como el que más la pandemia de coronavirus. El cartel de ‘suspendido’ o ‘anulado’ cuelga de todas las actividades relativas a este ámbito y también de todos los eventos festivos. Ni fiestas patronales, ni romerías, ni mercadillos navideños... Todo paralizado a la espera de que la pandemia dé paso a un nuevo escenario. Todo esto ha tenido una traducción directa en la producción de publicaciones registradas en el depósito legal, que ha experimentado un descenso del 50 por ciento.

Así lo ponen de manifiesto los datos facilitados a este diario por la Delegación de Cultura, que cifran en 662 los trabajos registrados en 2020 en la Oficina de Depósito Legal, frente a los 1.334 del año anterior. De las publicaciones realizadas en el año del COVID destacan por su número 208 folletos, 195 carteles y 178 libros. Sin embargo, hay que tener en cuenta que antes de que llegara esta ‘nueva normalidad’ los folletos se situaban por encima de los 500 y se registraron hasta 549 carteles, mientras que los libros arrojaron una cifra similar, con 181 en el año 2019.

Hay que tener en cuenta que el depósito legal es una institución jurídica que tiene como objeto recoger y conservar publicaciones de todo tipo reproducidas en cualquier clase de soporte y destinadas a su distribución pública, bien sea de forma gratuita u onerosa. No obstante, las tres modalidades de publicaciones mencionadas son las que acaparan el grueso de los registros, mientras que otras de otro tipo tienen una incidencia muy reducida, como es el caso de las 10 hojas impresas que pasaron por este registro, las 15 tarjetas postales o de felicitación o las nueve publicaciones electrónicas.

Sin embargo, mientras que estas publicaciones han notado de forma directa la incidencia de la pandemia y la paralización de las actividades, la producción creativa ha seguido latiendo con fuerza. Quizás precisamente el confinamiento y la nueva realidad que ha traído el COVID ha servido a su vez de fuente de inspiración o de banco del tiempo para dedicarse a la creación intelectual.

De este modo, los datos ponen de relieve que durante 2020 se inscribieron en el registro de la propiedad de la provincia 210 producciones artísticas, mientras que en 2019 se situaron en 247, lo que sólo supone un leve descenso.

Las obras literarias fueron sin duda lo más destacado de este trabajo creativo, con 109 registradas en 2020, seguidas de las composiciones musicales, 67, y ya a mucha distancia de las obras científicas,17. Además, se contabilizan siete obras artísticas, seis dramáticas o dos fonográficas.

En este caso, el registro de la propiedad intelectual es un medio de protección de los derechos de la propiedad intelectual de los autores y de los demás titulares sobre sus obras, actuaciones o producciones.