Un gigante llamado Fenavin

C. de la Cruz
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La Feria Nacional del Vino exhibe fortaleza ante la celebración en febrero de la Barcelona Wine Week, un evento que pretende consolidarse en el sector tras emanciparse de Alimentaria y que cambia su habitual denominación de Intervin.

Un gigante llamado Fenavin - Foto: Rueda Villaverde

La Barcelona Wine Week (BWW) abrirá sus puertas en febrero de 2020, un evento que cambia su denominación desde la conocida como Intervin, espacio dedicado al vino en la feria Alimentaria, y que ahora intenta consolidarse de manera independiente. El evento, tal y como se manifestó en su presentación oficial hace apenas unas semanas, será anual y aspira a ser una referencia dentro del sector del vino, lo que plantea una competencia directa con la Feria Nacional del Vino (Fenavin), que se celebra cada dos años en Ciudad Real. No obstante, la notable diferencia entre ambas propuestas no deja lugar a dudas: Fenavin cerraba en mayo su décima edición con una estimación de volumen de negocio de hasta los 54 millones de euros y ya prepara la cita de 2021 con un mayor espacio expositivo y nuevos pabellones, mientras que la BWW supone una emancipación desde Intervin. Queda por ver si nace con estrella.

El presidente de la Diputación de Ciudad Real y también de la Feria Nacional del Vino, José Manuel Caballero, señala en declaraciones a La Tribuna que en las diez ediciones de Fenavin «hemos convivido con otras propuestas y al final hemos llegado a ser la feria del vino más importante de España, la que aglutina más bodegas, en torno a 1.800, a más compradores nacionales e internacionales... Fenavin tiene consolidado su prestigio y su imagen, y también su reconocimiento como feria más eficaz para el negocio del mundo del vino y, además, cada vez somos más exigentes».

Sobre la ayuda económica que podría recibir Barcelona por parte del Ministerio de Agricultura y de la entidad pública estatal ICEX, frente a los soportes de Fenavin desde la Junta de Comunidades y la Diputación Provincial, Caballero señala que «tenemos todo el apoyo institucional del Gobierno de España», además de que «para nosotros lo económico no es lo más importante, ya que tenemos solvencia económica suficiente como institución que financia Fenavin que es la Diputación, me interesa más el respaldo político e institucional que nos brinda tanto el Gobierno de Castilla-La Mancha y el Gobierno de España».

La BWW, tal y como se extrae de la información ofrecida en la presentación, contará con una puesta en escena muy similar a la de Fenavin. En este sentido, Caballero explica que «es normal, Fenavin es un ejemplo al marcar la tendencia del negocio del vino». El que ha sido director de Fenavin en sus diez ediciones, Manuel Juliá, subraya en este sentido que «Barcelona copia a Fenavin con los sistemas de trabajo con la traída de compradores, el programa de actividades, espacios diferentes...».

Juliá incide en que «la Barcelona Wine Week comienza y nosotros estamos consolidados desde la tercera edición, Fenavin tiene una fortaleza enorme». Sobre el hecho de que la BWW sea anual, Juliá señalaba que «considero que una gran feria debe ser bianual porque debe dar la posibilidad al sector y establecer los suficientes contactos, debe tener un tiempo para desarrollarlos».

denominaciones de origen. El presidente de la DO Valdepeñas, Jesús Martín, adelanta que «estamos y estaremos en todas las ferias», por lo que «puedo asegurar que Valdepeñas estará ahí». Incluso va un paso más allá y avanza que cuando Fenavin y Barcelona coincidan en 2021 la DO Valdepeñas acudirá a ambas. No en vano, Martín considera que la «duplicidad» puede ser muy buena para el sector, ya que «no veo ningún peligro para Fenavin, es más, creo que las dos pueden convertir a España en referencia como sede del mundo en cuanto a ofertas de operadores, puede convertirse en un referente en un lustro».

Para Martín, la consecuencia de la BWW será «un sobreesfuerzo para los operadores cuando coincidan en el mismo año», pero Fenavin «es una de las ferias en las que más y mejores negocios se hacen, con oferta de precios imbatibles. Francamente, Fenavin está muy consolidada, no veo un daño directo ni colateral por parte de Barcelona».

Respecto a la parcela económica, con el posible apoyo ministerial, Martín ve el lado positivo y señala que «por agravio comparativo tendrán que comprometerse con Fenavin, el Ministerio se ha abierto a sí mismo una puerta para que el compromiso que ofrece a unos promotores de una feria internacional se traslade también a los que ya han demostrado fehacientemente de que hace bien las cosas».

Desde la DO La Mancha, su presidente, Carlos Bonilla, mantiene que «siempre es bienvenida, todo lo que sea promoción en nuestro sector es bueno» y añade que «Fenavin es una feria consolidada, una feria nueva siempre es atractiva y ver qué impulso se le da, pero no veo que pueda hacer sombra». Además, «una sería una ayuda de la otra», señala Bonilla, que aclara que desde el Consejo Regulador de DO La Mancha todavía no se ha tomado la decisión de acudir a Barcelona.

Bodegas y cooperativas. El presidente de la Cooperativa Virgen de las Viñas de Tomelloso, Rafael Torres, señala que «cualquier feria que se haga es positiva porque da a conocer nuestros vinos con nuestros distribuidores y nuestros clientes». En posible competencia con Fenavin, Torres explica que «nuestra feria ha tomado mucho auge, vienen a buscar aquí nuestros vinos porque se han dado cuenta de que no sólo tenemos cantidad, sino también calidad. Barcelona no va a perjudicar en nada a Fenavin, estoy convencido de que no le va a hacer sombra».

El presidente de la Cooperativa Jesús del Perdón-Bodegas Yuntero, Felipe Rodríguez, considera que «Fenavin está totalmente consolidada y lidera el tema de ferias a nivel nacional y es un referente internacional. No debemos caer en que Barcelona sea una ciudad de referencia, nos tenemos que fijar en todo lo bueno que tiene Fenavin».