La iglesia atiende a presos con dos capellanes y voluntarios

N.S.
-

Sensibilización, prevención y acompañamiento son las principales funciones en los dos centros penitenciarios, donde más del 25% acude a las eucaristías

La iglesia atiende a presos con dos capellanes y voluntarios - Foto: Tomás Fernández de Moya

Ambrosio León es uno de los dos capellanes que trabaja con los presos en los centros penitenciarios de esta provincia, en concreto en el de Alcázar de San Juan, con 80 reclusos. Junto a él 22 voluntarios de las parroquias (16 hombres y seis mujeres) acuden a este centro y al de Herrera de La Mancha, con algo más de 400 reclusos, para atender a estas personas privadas de libertad y sus familias. Pero, además, tanto León como el párroco de Herrera atienden su propias parroquias en Alcázar de San Juan y Valdepeñas, respectivamente. El número de devociones dentro de la iglesia se ha reducido en los último años y esto conlleva, según Ambrosio León, «un incremento de trabajo por parte de los capellanes».

Coincidiendo hoy con la fiesta de la Virgen de la Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias, la Diócesis de Ciudad Real dio cuenta ayer en rueda de prensa de la labor que realiza la iglesia a través de su pastoral penitenciaria con las personas reclusas, cuyo objetivo es la sensibilización y prevención «para evitar que, sobre todo los más jóvenes, se alejen del riesgo de entrar en la cárcel», informó Ambrosio León, como delegado diocesano de esta pastoral. «Lo que realizamos es acompañamiento a los presos dentro de los centros penitenciarios y también una vez están fuera y comienzan un nuevo camino de reinserción en la sociedad».

Indicó el capellán que la labor de acompañamiento no es solamente apreciada por los presos, que agradecen ser escuchados, sino también para los propios voluntarios que acaban enriqueciéndose de la visión y experiencia de estas personas que viven en la cárcel, considerada, «una escuela de vida». En este sentido, destacó el papel que desempeñan la veintena de hombres y mujeres que voluntariamente acuden a los dos centros. Se trata de un servicio gratuito «de tremenda humanidad».

participación en los oficios. La mayor participación de reclusos en los oficios religiosos se produce en Alcázar de San Juan, donde el perfil de presos que acuden a misa está entre la franja de edad de los 60 a los 65 años, debido a que en este centro la media de edad de los internos es superior a la de Herrera de La Mancha, en donde el perfil de reclusos que acuden a misa está entre los 30 y 40 años.

Al hilo de esto, explicó León que el 25% por ciento de los internos que se encuentran cumpliendo condena en los centros penitenciarios de Herrera de la Mancha y Alcázar de San Juan acuden regularmente a los servicios religiosos que ofrecen los capellanes de la Diócesis de Ciudad Real.

El delegado diocesano de Pastoral Penitenciaria señaló que la media de asistencia a misa en estas cárceles está por encima de la media que se registra en el resto de centros penitenciarios de España.

La participación de los presos no sólo se reduce a su asistencia a actos religiosos propiamente dichos. En el centro de Alcázar de San Juan realizan un taller de manualidades los lunes y otro de valores humanos y cristianos. Mientras que en la cárcel de Manzanares, es los viernes cuando desarrollan un taller de valores cristianos y los sábados el de ocio y tiempo libre. También se celebra la eucaristía en ambos centros penitenciarios, los sábados y domingos en Herrera de La Mancha y un sábado cada 15 días en Alcázar.