Un edificio singular en la calle Ciruela

Rafael Cantero
-

La singular vivienda y estudio fotográfico que construyó Vicente Rubio Sánchez en el número 5 de la calle Ciruela, en el año 1914 fue tirada en la década de los años 70

Un edificio singular en la calle Ciruela

La calle Ciruela ha sido tradicionalmente una arteria de gran importancia dentro del callejero de la ciudad. Hasta finales del siglo XX era la calle que ponía en comunicación el centro de la ciudad con la antigua estación del ferrocarril.

Desde muy antiguo, tanto la puerta de Ciruela como la calle del mismo nombre se consideraban como la entrada oficial a la ciudad. Así lo ponía de manifiesto una lápida situada al final de la calle Ciruela, próxima a la ronda, que contenía la siguiente inscripción: «Ciudad Real. Capital de Provincia. Puerta y calle de Ciruela».

Ciudad Real, como multitud de ciudades tiene a sus espaldas un amplio catálogo de arquitecturas perdidas. El ritmo frenético de construcciones de épocas pasadas provocó, por el poco aprecio al valor arquitectónico de ciertos edificios, que las excavadoras redujesen a la mínima expresión decenas de edificios empapados de historia y singularidad.

En la calle Ciruela hay ciertos casos de edificios que, aunque no fuesen una joya arquitectónica propiamente dicha, sí eran testigos y testimonio de una época determinada, cuyos dueños, con la pasividad de las autoridades, negociaron su venta y decidieron que el solar valía más que el propio edificio y que lo mejor era demolerlo y construir una moderna y más amplia edificación. 

Entre estas edificaciones, la singular vivienda y estudio fotográfico que construyó Vicente Rubio Sánchez en el número 5 de la calle Ciruela, en el año 1914. El pintor y fotógrafo Vicente Rubio nació en Argamasilla de Calatrava, en 1879, y falleció en Ciudad Real en 1962. Sus trabajos fotográficos adquirieron gran prestigio y su fama trascendió más allá de los límites provinciales. Entre sus trabajos más notables aparecen algunos como el que llevó a la Exposición Iberoamericana de Sevilla (1929), donde presentó una colección de 36 fotografías con temas relativos a la provincia de Ciudad Real.

El edificio, de tres plantas, fue proyectado por el arquitecto Daniel Rubio Sánchez, hermano del fotógrafo. La edificación estaba imbuida de un claro estilo modernista e historicista. El cuerpo principal de la fachada se situaba en un lateral, espacio culminado con un remate escalonado y elementos cerámicos insertos de silueta romboidal. El resto del conjunto presentaba muchos elementos de interés, entre los que destacaban el balcón corrido de vano triple con ventanas palaciegas de influencia italiana rematadas por pináculos de estilo gótico, la galería acristalada, en sustitución del más moderno y habitual mirador, y el antepecho de la azotea, de rejería naturalista y pináculos de piedra. Esta edificación contaba con las particularidades necesarias para captar la atención de los vecinos y visitantes.

La casa de Vicente Rubio tenía muchas semejanzas con la emblemática Casa de Hortelano de Albacete, actualmente sede del Museo de la Cuchillería y que también fue proyectada por el arquitecto Daniel Rubio Sánchez.

En torno a seis décadas resistió este singular edificio de la calle Ciruela, pues se construyó en 1914 y se derribó en la década de los 70. Con su desaparición, Ciudad Real perdió un interesante edificio cargado de magníficos detalles, como barandillas, cornisas, azulejos, y diversos remates donde abundaban las formas naturales y vegetales. 

El arquitecto Daniel Rubio, nacido en Argamasilla de Calatrava en 1883, fue un relevante arquitecto durante las primeras décadas del siglo XX, y entre sus muchos proyectos están el edificio de la Casa de Hortelano, el Gran Hotel, el Teatro Ideal o el Templete de la Feria, todos en Albacete, y otros interesantes edificios en Málaga y Antequera.