El Vestas Alarcos sumó este sábado en Zarautz una victoriapor 26-27 fundamental de cara recuperar la confianza y tranquilidad perdidas durante las últimas jornadas. Con el triunfo ante el Amenabar, los manchegos acababan con una racha de tres partidos sin ganar y se alejan de los puestos peligrosos de la parte baja de la clasificación.
Los manchegos acudían a tierras guipuzcoanas mentalizados de que para ellos el partido era una ‘final’. Una derrota hubiera complicado aún más su situación, además de minar su confianza. Y esta vez los pupilos de Javier Laguna y Julio Fis sí demostraron que, por plantilla, eran superiores a su rival, sacando adelante un encuentro complicado en una pista siempre incómoda.
Comenzaron más metidos en el partido los de Ciudad Real (2-6, minuto 9), aunque el equipo vasco mejoraba sus prestaciones y le daba la vuelta al marcador con un parcial de 7-2 (9-8), para alcanzar el intermedio con una renta de dos goles (13-11).
En la reanudación las alarmas en el Vestas Alarcos se disparaban cuando el marcador reflejaba un inquietante 17-14 (minuto 35). Pero justo a partir de ese momento los de Ciudad Real firmaban sus mejores minutos, castigando al Amenabar con cinco goles consecutivos, para respirar con un 17-19.
El partido parecía ya decantado a falta de cinco minutos para el final con el 23-27, pero nada más lejos de la realidad. El Amenabar siguió peleando todos los balones, recortando la desventaja y devolviendo las dudas a los manchegos, aunque su reacción se quedaba justo en el 26-27 final.
La próxima jornada el Vestas Alarcos recibirá en el Quijote Arena a Alcobendas.