José Antonio Castro se propone superar los tiempos difíciles marcados por la pandemia de COVID-19 con el color y la capacidad revitalizante del arte que se expresa en la exposición de pintura Vida, que se inaugura el jueves a las 19.00 horas en el Museo Elisa Cendrero.

En una conversación con La Tribuna, el que fuera director de la Escuela de Arte explica que comenzó a pintar las obras que forman esta colección «hace 18 meses, con el embarazo de mi hija Laura», una gestación que añade que fue «muy deseada».

Las primera obra muestra precisamente ese embarazo con un fondos rojo y tonos grises para el cuerpo, que inicialmente iba a ser la línea general de esta serie, pero la propia evolución de los acontecimientos se encargó de alterar el proyecto del artista. «A raíz de la pandemia de di cuenta de que la gente necesitaba más color», reconoce el artista.

En cualquier caso, considera que su obra, que se ha plasmado en diferentes escenas, muchas de ellas asociadas a la maternidad.

Otro de los motivos que le impulsaron a ese cambio de orientación en el material para la exposición fue «la muerte de un hijo de mi hermano, por un cáncer, en Moral de Calatrava», de quien recuerda que «era una persona muy querida en el pueblo» y así se mostró en su funeral.

A su juicio, la colección seleccionada para el Museo Elisa Cendrero «muestra situaciones que están relacionadas con la vida de todo el mundo».

El artista señala que mantendrá abierta esta exposición como una forma de ofrecer a los ciudadanos una alternativa en tiempos difíciles. «Soy consciente de que los aforos tienen que ser reducidos y que no puede venir demasiada gente a la vez, pero es importante dar un poco de optimismo», comenta. Al mismo tiempo, estas obras expresan una coherencia y continuidad con las últimas exposiciones realizadas por José Antonio Castro, tanto las de pintura como las de escultura.