La sequía ha apretado este verano y los ciudadanos han sido conscientes de ello. El año hidrológico está dejando un menor volumen de precipitaciones y las reservas de los embalses han descendido semana a semana, si bien ayer la lluvia descargó 19 litros en la capital en una tormenta de agua y granizo. Ante esta situación, los vecinos que se abastecen del embalse del Gasset se han ‘apretado el cinturón’ en el consumo y han seguido la tendencia a la reducción del uso del agua que ya se registró en el primer semestre del año, cuando bajó un 1,6%.

En los meses de julio y agosto, la Mancomunidad de Gasset ha consumido 41.582 metros cúbicos menos de agua, un 1,2 por ciento menos que en el mismo periodo del año anterior. En cifras absolutas, ha pasado de consumir 1.549.602 metros cúbicos en dichos meses estivales de 2018 a 1.508.020 en los meses de julio y agosto de este año, según los datos facilitados a este diario por el presidente de dicha mancomunidad, Casimiro Pastor.

Para él, este descenso se debe principalmente a dos razones. La primera es la sensibilización ciudadana con el consumo responsable del agua, impulsado además por las campañas que ha venido desarrollando la mancomunidad, conformada por siete municipios: Ciudad Real, Miguelturra, Torralba de Calatrava, Carrión, Poblete, Alcolea de Calatrava y Picón. En total, abastece a una población superior a los 100.000 habitantes.

Para reforzar esa concienciación ciudadana, la mancomunidad tiene previsto iniciar «en breve» otra nueva campaña de sensibilización, avanzó Pastor.

El segundo motivo que explica el descenso del consumo de agua se debe, según el presidente de la mancomunidad, a las inversiones que se han hecho en renovación de redes de tuberías, sustituyendo las que están más viejas de fibrocemento por otras de nuevos materiales. A eso se suma además la apuesta que por la instalación de válvulas reductoras de presión, que  modulan la presión evitando que se produzcan muchos de los reventones que se producían años atrás en Ciudad Real.

En este sentido, Pastor subrayó la importancia de realizar estas inversiones en las tuberías, ya que, aunque es una inyección económica que «no se ve», sus efectos se notan en la reducción del número de reventones, del mismo modo que se notaría -agregó- si no se hubiera ejecutado esa versión y fuera mucha el agua que se perdiera por esta causa. Además, destacó la labor de control de fugas que realizan para minimizar al máximos las pérdidas de agua que se registran.

Situación del Gasset. El embalse el Gasset está a punto de entrar en situación de emergencia. Este nivel más graves de sequía se decreta cuando la presa desciende a los 14 hectómetros cúbicos, una situación que ya enfilaba la semana pasada.

Con ese volumen de agua, el abastecimiento a la población está asegurado para año y medio en el caso de que no lloviera y no se recargara, ya que hay que tener en cuenta que si bien el consumo de agua de la mancomunidad se sitúa cada año alrededor de los siete hectómetros, a partir de un nivel muy bajo de reservas el agua acumula mayor cantidad de lodos y también es necesario contar con una cantidad determinada de agua para evitar la atrofia del propio embalse que se produciría si se quedará vacío.

A partir del momento en el que el Gasset entra en emergencia se puede activar el trasvase desde la presa de Torre de Abraham. No obstante, éste también se encuentra en una situación delicada. Almacena unos 18 hectómetros cúbicos, de los más de 180 para los que tiene capacidad.

De hecho, la Confederación Hidrográfica del Guadiana ya tuvo que cortar el grifo hace unos días a los regantes al haber excedido «con creces» la dotación de agua que se les asignó para el riego. Se les concedió 28 hectómetros cúbicos y pidieron 31,5 e incluso pedían más para dar «riegos de apoyo al maíz tardío, si bien el organismo de la cuenca denegó su petición.