"Hemos participado de todas las decisiones del Gobierno"

Luis J. Gómez
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Entrevista con el vicepresidente segundo del Gobierno regional y secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha

"Hemos participado de todas las decisiones del Gobierno" - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

El vicepresidente segundo de la Junta trabaja bajo la mirada del sobrino del emperador Augusto. Tiene en su despacho la reproducción de un busto de Lucio César (el original está en el Arqueológico de Cuenca). José García Molina cuenta que se encontró esa reproducción allí, en las instalaciones que tiene en el Colegio de Doncellas de Toledo. Señala que pudo elegir emplazamiento cuando entró en el Gobierno y que ese le gustó. Su elección hace que estén en dos edificios distintos la Vicepresidencia del PSOE y la Vicepresidencia de Podemos. Les separan un pequeño jardín y unas escaleras. García Molina admite que, según las cuestiones en liza, la distancia ha sido mayor o menor entre la pata del PSOE en el Gobierno y la de Podemos. «Si pudiéramos estar de acuerdo en todo seríamos el mismo partido», apostilla.

Mucha gente votó a Podemos esperando un cambio ¿cree que sus votantes estarán satisfechos con lo que han hecho?

Nosotros solo tenemos dos diputados de 33, pero es verdad que se nos concedió la posibilidad de investir un Gobierno y nadie queríamos que María Dolores Cospedal siguiera. Nos hemos puesto de acuerdo con el PSOE para hacer cosas muy buenas. Se han mejorado muchísimo las ofertas de empleo público, la jornada de 35 horas,  se han bajado listas de espera, se ha sacado la Ley de Transparencia, la de violencia machista, se ha colaborado con la Ley de Vivienda, que no sabemos si finalmente saldrá, las mejoras en Dependencia fueron exigencia nuestra, el programa de Retorno y Retención de Talento fue algo que pusimos en los primeros presupuestos... Si uno mira nuestro acuerdo de investidura, verá que buena parte se ha cumplido.

¿Qué dos cosas se han quedado en el tintero?

La reforma del reglamento de las Cortes y la del Estatuto y Ley Electoral, que sigue siendo la peor que hay en España.

Ponga un ejemplo de qué habría hecho si tuviera 17 diputados...

La reforma del Estatuto, la del reglamento de las Cortes, la Ley de Participación, la de Vivienda... Ya serían una realidad.

En ese acuerdo de investidura había un plan para revertir externalizaciones ¿Ahí se ha avanzado?

Se ha avanzado. Se empezó por revertir la privatización de cuatro hospitales públicos. En Sanidad el problema es que cuando tú dejas de derivar a clínicas privadas, la lista de espera sube. Es algo con lo que se ha tenido que estar toreando. La tendencia ha sido cubrir todo lo que se puede desde lo público. Sabíamos que no se podía acabar con derivaciones y externalizaciones de manera radical y cortante. Ahora los esfuerzos tienen que redoblarse.

En Educación se ha hecho mucho mejor y ahí podemos estar moderadamente satisfechos. No ha aumentado el peso de la concertada y se ha priorizado la pública. Se han eliminado barracones, se han bajado las ratios en algunos niveles y se ha contratado bastante, no tanto como se despidió, pero siempre es más fácil romper que arreglar. 

Ese acuerdo luego se rompió, los presupuestos de 2017 se tramitaron dos veces... Repasando este tira y afloja ¿hay algo que habrían hecho distinto?

En esta región siempre había habido mayorías absolutas. Los gobiernos no estaban acostumbrados a negociar, sino a pasar el rodillo. Creo que ese ‘tic’ todavía se tiene. Claro que nosotros podíamos haber hecho las cosas de otra manera, pero si uno puede mirar con cierta frialdad y objetividad, verá  que nosotros firmamos un acuerdo de investidura ante notario y que a a partir de 2016 empezaron los incumplimientos desde el Gobierno, empezaron a dejar de venir a las reuniones o a venir con los deberes sin hacer. Llegan los presupuestos tan cacareados y el PSOE vota en contra de todas las enmiendas de Podemos. Díganme por qué teníamos que aprobar unos presupuestos en los que no ha habido negociación.  

¿Ha sido más fácil la negociación cuando entraron en el Gobierno?

En principio sí, aunque una negociación siempre es complicada. Hemos participado de todas las decisiones del Gobierno, algunas nos han gustado más y otras menos.  

Una razón por la que entraron en el Gobierno fue la Ley de Garantías. El portavoz del Gobierno dice que solo vale para blindar lo que ya se está haciendo y para imprimirla ¿es así?

Creo que el portavoz, como todos sabemos, es una persona joven e impetuosa y esa juventud le lleva a decir las cosas con un ímpetu que no se adecúa a la realidad.  Todo el mundo entiende la diferencia entre una ayuda y un derecho. Cambian las cuantías, que no es lo mismo tener un ingreso mínimo de solidaridad de cuatrocientos y pico euros que tener derecho a una renta, vía empleo o como renta garantizada de unos 600 euros. Y la ventanilla única que crea esta ley supone cambio radical en la gestión. Es una exageración decir que ya se está haciendo lo que la ley dice porque no es cierto. 

Dice que hay tiempo hasta que el árbitro pite el final del partido. Pero si no se aprueba, quedará en manos del nuevo Gobierno...

Si la ley no se ha aprobado, el público tendrá que decir quién ha estado jugando mal o dando patadas en lugar de jugar al fútbol.  Si el 12 de febrero pasó por el Consejo de Gobierno y en el acta dice que se va a remitir a las Cortes ¿por qué no se ha remitido?Eso es incomprensible. 

¿Cree que no es porque el Gobierno no la quiere aplicar?

Es que la ley es buenísima, en serio. No es porque la hayamos hecho nosotros. A mí me la piden en muchas comunidades para que vayamos a explicarla.

¿Cómo les comunicaron que no se iba a mandar la ley a las Cortes?

Es verdad que ya había habido, y no me gusta esa palabra, un runrún de que las cosas en las Cortes se estaban atascando. Puedo entender que la situación es complicada y entiendo que había cierto nerviosismo. Lo que no entiendo es que salgamos a explicar que hemos acordado en Consejo de Gobierno la ley y que luego se salga a decir que esa ley no va a ir a las Cortes. 

Una de las aristas de este parón está en el rechazo del Gobierno a la ley de Podemos de Tierras Raras.  En un primer momento la Mesa de las Cortes aceptó ese ‘veto’, pero ahora no. ¿Qué ha pasado?

Tampoco lo sé, pero quien tiene que explicar lo que pasa en la Mesa de las Cortes es el presidente de las Cortes, que es Jesús Fernández Vaquero. 

Pero quien ha tenido la llave para cambiar el voto de la Mesa es la vicepresidenta primera, María Díaz, que es de Podemos ¿por qué?

Prometo que no lo sé. Cuando hay un asunto espinoso que pueda tener distintas lecturas jurídicas, los letrados dan su opinión y a partir de ahí los grupos políticos emiten también su opinión y su voto. Entiendo que de alguna manera habrá habido un cambio en la exposición de los motivos legales que aconsejaban o no que esta iniciativa fuera adelante, pero no le doy mayor importancia.

Hace un año presentaron una estrategia que incluía medicamentos y matrículas universitarias gratis, cuota cero para autónomos que empiezan, complementos para pensiones. ¿Qué fue de estas medidas?

Nosotros las presentamos al Gobierno. Discutimos  algunas de ellas, pero sinceramente no ha habido o las ganas de seguir trabajando en ellas o la voluntad de acordarlas. Estas medidas de la Estrategia 9/19 van a ir a nuestro programa. No renunciamos a ello.