El Gobierno de Castilla-La Mancha planteó al ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, varios proyectos relacionados con la alta velocidad, entre los que destaca un ramal que una Ciudad Real y Toledo sin necesidad de pasar por la estación madrileña de Atocha y una parada en el aeropuerto. En relación a la futura autovía Ciudad Real-Toledo, el delegado provincial de Fomento, Casto Sánchez, ha informado hoy de que la fase de consultas medioambientales ya ha finalizado, por lo que están pendientes de la declaración de impacto ambiental de los corredores elegidos. En concreto, esta infraestructura está planteada en tres tramos: de Ciudad Real a Urda con el desdoblamiento de la N-401 (obra competencia del Estado); de Urda a Consuegra (del que se encargará la Junta), el más complejo desde el punto de vista medioambiental; y de Consuegra a Toledo, aprovechando la Autovía de los Viñedos. La inversión global de este proyecto es de 150 millones de euros. En la reuinón entre Emiliano García-Page y José Luis Ábalos también se abordó como proyecto "prioritario" el acondicionamiento de la N-430, con el objetivo de "mejorar la seguridad del trazado para reducir la siniestralidad"; la Ronda Oeste y la Variante Noreste de Ciudad Real; un puente peatonal por encima de la A-43 para conectar la capital y Miguelturra; y el arreglo del Puente de San Isidro de Miguelturra.