La defensa del presunto autor del doble  crimen de Daimiel solicita la absolución al considerar, según ha podido saber La Tribuna, que estaba enajenado, que no supo lo que hacía debido al estado mental en el que se encontraba y por las circunstancias modificativas de la responsabilidad penal que le puedan ser de aplicación.

Un furgón de la Guardia Civil trasladará el próximo lunes a Manuel J. Y. H., de 60 años, desde la prisión  donde está preso preventivo por la muerte de su mujer y de su hijastra hasta la Audiencia Provincial donde un jurado (nueve personas) enjuiciarán los hechos ocurridos la mañana del 13 de febrero de 2017 en la vivienda familiar de Daimiel donde presuntamente cometió el doble crimen.

El fiscal pide 48 años de cárcel, la máxima pena por el asesinato con alevosía y ensañamiento de su mujer y de la hija de ésta.

A siete días de la apertura del juicio que se desarrollará por la Ley del Tribunal del Jurado, la abogada que ejerce la defensa ha confirmado a este diario que va a solicitar la absolución.

Manuel J. Y.H., «debido a su padecimiento y forma de ser, nunca  tuvo el control de su dinero». Por ello, «cuando en el banco le dijeron que solo tenía deudas perdió totalmente el control de la mente», aseguran fuentes cercanas al acusado.

Manuel J. Y.H. contrajo matrimonio con Ana Belén L. S. el 23 de noviembre de 2014. Dejó la soltería a los 54 años cuando conoció a Ana Belén, que fue su primera relación de pareja, su mujer hasta el 13 de febrero de 2017 que decidió presuntamente acabar con su vida y la de su hijastra. La relación matrimonial se fue deteriorando fundamentalmente por motivos de naturaleza económica. A comienzos de 2017, tan pronto tuvo conocimiento de su grave situación financiera, sin dinero en el banco y con deudas pendientes, «comenzó a idear la forma de poner fin a la vida de su mujer e hija», según la tesis del fiscal. En su escrito de acusación relata que eran aproximadamente las nueve de la mañana del 13 de febrero de 2017, cuando Manuel J. Y. H. se dirigió a la cocina de la vivienda familiar, en Daimiel, cogió un cuchillo de grandes dimensiones y fue a por la hija de su mujer que se encontraba en el cuarto de baño. Después llegó Ana Belén L. S. a la que su marido le asestó presuntamente nueve puñaladas.