El presidente regional, Emiliano García-Page, se lamentaba ayer de la situación de «permanente incertidumbre» que sufre la actualidad nacional por la imposibilidad de vaticinar si «habrá o no escenario político estable». Su advertencia es para preocupar: «está en riesgo el estado del bienestar»

«Ojalá» se alcance la estabilidad, afirma, porque lo contrario afecta a la financiación autonómica. Cree que arreglarlo debe ser «prioridad» del Gobierno que se forme (por investidura o tras otras elecciones, «hoy me inclino más a pensar que habrá elecciones que otra cosa»).

Admite que hoy se traviesa mucho mejor situación que en la crisis de 2007 pero eso no quita  que haya «estrangulamientos» a medio y largo plazo en educación o sanidad, avisa.

El presidente no pide más dinero, simplemente que se transfiera lo que prevé la ley. La retención de las entregas «es un problema no sé si de cuentas o de cuentos, pero que tiene arreglo», indica, y emplaza al Gobierno a hacer las modificaciones legales precisas para que el reparto del dinero «no esté al pairo del capricho de ningún gobierno o de las coyunturas».

Es cuestión de aplicar la legislación y recuerda que «los fondos que se reclaman llegarán mañana o pasado, pero van a llegar porque ya son de la Comunidad Autónoma».

Page no es contrario a una reunión del consejo de política fiscal  pero no es imprescindible ya que no hay debate sobre el fondo del asunto. Por otra parte asegura que «las excusas son las mismas» con Montero que con Montoro.

Dicho eso avisa, «no nos podemos someter a ningún filibusterismo político ni legal. Nos pagan dinero atrasado» y lo tienen que actualizar, en todo caso, «no se puede retener mucho tiempo».

El su opinión, si 23 de septiembre hay convocatoria electoral el Gobierno que salga tiene que abordar «con urgencia» el desbloqueo de las retenciones. Porque que «no vamos a tolerar mucho más tiempo» lo que ocurre.

En cuanto a su campo de  gestión transmite alivio porque «ahora, con una mayoría clara», es momento de abordar «problemas muy gordos» una vez superado «cierto nivel de precariedad» de la anterior legislatura.

Hoy espera aprobar el techo de gasto y pronto («tenía unas ganas de no estar maniatado») la presentación de un presupuesto «expansivo en inversión, en gasto social, coherente con el compromiso de reflotar la Comunidad y ponerla a la cabeza de captación de empresas y creación de empleo».