El Museo de Ciudad Real empezará a partir de septiembre a hacer más visibles para el público determinadas piezas que están depositadas en sus almacenes, pero que nunca o casi nunca se han situado en las salas de exposiciones. Estos objetos son elementos patrimoniales importantes y en algunos caso han sido solicitados por diferentes instituciones para formar parte de exposiciones de gran formato, con lo que se da la paradoja de que donde menos se las conoce es en la ciudad donde se encuentran habitualmente.
Esta nueva experiencia, titulada Patrimonio Oculto, es similar a los ciclos de pieza del mes o pieza destacada que se desarrollan en varias instituciones museísticas, según la comparación que estableció el director de la institución, José Ignacio de la Torre. El proyecto arranca el próximo martes (el lunes los museos están cerrados al público) en colaboración con la Asociación de Amigos de Museo, por medio de la instalación en la primera planta de una vitrina con elementos arquitectónicos recuperados de Calatrava La Vieja y Calatrava la Nueva, así como otros objetos de uso más personal.
De la Torre recordó que actualemente hay varias pieza,s tanto de la exposición permanente como de los almacenes del Museo, que se encuentran formando parte de la exposición A Tempora, que se está desarrollando en Talavera de la Reina (Toledo), sobre el mundo de la cerámica en diferentes épocas, desde los íberos hasta la actualidad; así como algunas armas procedentes de los restos de la Batalla de Alarcos (1195) que fueron trasladadas a Murcia para su inclusión en una exposición dedicada al Rey Lobo, quien desde este territorio consiguió mantener un pequeño estado musulmán plenamente independiente de los almohades y que se benefició para ello de las luchas de los guerreros norteafricanos con las huestes cristianas, especialmente de Castilla.
En el caso de las piezas que se instalarán el lunes en la primera planta del Museo se las ha incluido como una muestra de «la cultura material» específicamente asociada a la Orden de Calatrava en las dos fortalezas que fueron su sede principal.
Son piezas de azulejos y yeserías que fueron aflorando, a lo largo de los años, en las campañas de excavaciones realizadas durante muchos años en Calatrava la Nueva, así como en Calatrava la Vieja. A ellas se une un fragmento de una pintura mural además de una selección de piezas metálicas con elaborados adornos que ingresaron en los fondos del Museo de Ciudad Real el pasado año, desde Calatrava la Vieja, donde se sigue excavando de forma sistemática en la actualidad.
Será la primera vez que estas piezas se expongan en Ciudad Real, aunque algunas de ellas ya han participado en algunas de las grandes muestras con las que la institución cultural ha colaborado en los últimos años.
En este sentido, De la Torre recordó que algunas de las piezas que se han trasladado a grandes exposiciones de diversas ciudades han sido restauradas por el Instituto del Patrimonio Cultural de España, lo que también redunda en las facilidades para exponerlas en condiciones de seguridad y conservación adecuadas.
Estas piezas permanecerán expuestas durante los meses de septiembre y octubre, hasta que otros objetos tomados de los propios almacenes del Museo salgan a la luz para su conocimiento general.