Descenso histórico de la delincuencia en la provincia de Ciudad Real durante el segundo trimestre, el que estuvo marcado por la adopción de medidas de confinamiento de la población a causa de la crisis del coronavirus y por el estado de alarma que limitaba la presencia en franjas horarias de la gente en la calle. El Ministerio del Interior recoge una caída de casi 800 infracciones entre abril y junio comparadas con los datos de enero a marzo, mes que ya estuvo marcado por las primeras medidas del estado de alarma durante su segunda quincena.

Bajan todos los tipos de delitos cometidos en Ciudad Real a excepción de uno: el del tráfico de drogas. Pese a que hasta el 21 de junio no entró en todo el país la llamada nueva normalidad y desaparecieron todos los límites a la movilidad, el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y las policías locales reportaron más delitos vinculados al tráfico de drogas. No hay que olvidar, por ejemplo, que durante ese segundo trimestre del año, la Guardia Civil llevó a cabo una macrooperación en Puertollano en la que movilizó al menos a 300 agentes y que se cerró con la detención de 15 personas en los barrios de El Carmen, Las Mercedes y Cañamares tras realizar 27 registros y desmantelar once laboratorios de droga;  o la registrada también en esta localidad a cargo del CNP y que permitía desarticular un grupo organizado establecido en cinco domicilios en los que se incautaron 300 gramos de cocaína de gran pureza, 30 gramos de hachís, 150.000 euros, armas de fuego y cartuchos de varios calibres.

Así, de marzo a junio en la provincia se contabilizaron 21 delitos por tráfico de drogas (fueron 14 en primer trimestre), cuatro en Ciudad Real y cinco en Puertollano, pero fueron la excepción, junto con los asesinatos en grado de tentativa, cero hasta marzo, dos hasta junio, que confirman la regla de una mayor seguridad con menos hurtos, robos con fuerza en casas y establecimientos, robos con violencia e intimidación y ninguna violación, aunque el resto de delitos contra la libertad sexual crecen en localidades como Puertollano o Ciudad Real.

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Interior ‘mide’ la evolución de los delitos en los municipios de más de 20.000 habitantes de la provincia. El que anota un mayor descenso es Alcázar de San Juan, que en tres meses ha registrado una bajada del 48% de las infracciones penales, una cifra casi similar a la de Valdepeñas, donde los delitos caen un 36,8 por ciento. En la capital de la provincia, los delitos se reducen un 30 por ciento, sobre todo, los robos en casas, mientras que en Puertollano, la mayor seguridad se traduce en un 20 por ciento de delitos menos, sobre todo, hurtos, robos con violencia y robos de vehículos. La localidad en la que el descenso de los delitos fue menor fue Tomelloso. Bajan también, pero un porcentaje del 11% al reducirse en menor medida los hurtos o el resto de infracciones penales, pese a que se quedaron a cero los robos de vehículos, el tráfico de drogas o las riñas.