Las heladas que se registraron en grandes países productores como Francia e Italia, la reapertura del canal Horeca (Hoteles, restaurantes y cafeterías) o la eliminación de los aranceles por parte de Estados Unidos propiciaron la realización de operaciones de compraventa de vino en las bodegas y cooperativas de la provincia, una reactivación del mercado que vino a suplir a la destilación de crisis que venía reclamando el sector meses atrás, desde donde señalaron que las retiradas del producto eran «lentas», con operaciones programadas a varios meses vista.

Sobre ese cambio de la situación se pronunciaron desde Asaja Ciudad Real, que informaron que si bien en los meses de enero, febrero y marzo el sector presentaba una situación complicada por la ausencia de ventas, en abril y mayo «se alegró el mercado», si bien ahora «se ha vuelto a dormir un poco», comentó el gerente de esta organización agraria, Agustín Miranda, quien señaló lo imprevisible de los mercados y la necesidad de buscar siempre nuevos nichos de mercado en los que comercializar los productos de la tierra.

«Hemos recuperado la normalidad de otros años a pesar de que a principio de año nos costaba vender y a unos precios muy bajos», comentó a este diario el director del Grupo Montes Norte, José Luis Amores, en relación con las mencionadas operaciones de comercialización que se pudieron realizar tras dichas heladas o reactivación de la hostelería. En este sentido, comentó que si bien el precio subió algo y era «un precio más razonable», «la media del año deja mucho que desear con respecto al precio que hubiésemos deseado».

Del mismo modo, aseveró que «la destilación habría sido buena porque habría recuperado precio en los mercados» en los momentos en los que era reclamada por el sector, cuando costaba vender, si bien tras el rechazo de Europa a esta medida excepcional, se dio por imposible llevarla a cabo.

Además, comentó que el enlace de campaña podría ser «el de un año normal» teniendo en cuenta que si bien hay retiradas programadas para los meses de octubre, noviembre o incluso diciembre, hasta dichas fechas no se produce el vino de la nueva cosecha aunque para la campaña se tiene la mirada puesta para mediados o finales de agosto.

En este sentido se pronunció el responsable de la sectorial del Vino de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, Juan Fuentes, quien reconoció la realización de esas operaciones de compraventa y la lenta retirada del producto. Asimismo, comentó que el mercado parece estar «muy raro, con salidas retrasadas» que hacen que desde Cooperativas Agroalimentarias tengan «un poco de preocupación» sobre las existencias de vino que puede haber en las bodegas y cooperativas una vez que arranque la vendimia.

En este sentido, comentó que la sensación es que «la cosecha viene bien y será normal-buena», aunque menor que la del año pasado, por lo que reiteró la «incertidumbre» que ven al respecto.