«La gente en Cuba ha perdido el miedo al régimen»

M. Espadas
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Los cubanos que residen en Ciudad Real observan con preocupación y esperanza las protestas ciudadanas que están reclamando al gobierno castrista libertad y acceso a productos de primera necesidad

Una mujer protesta en la calle con una bandera de Cuba. - Foto: Ernesto Mastrascusa

Las protestas ciudadanas en Cuba denunciando una situación de pobreza y falta de libertad inaguantables a la que les somete desde hace años el régimen castrista, han saltado a la primera plana de la actualidad mundial. Unas protestas que el Gobierno cubano ha intentado extinguir animando a los ‘defensores de la revolución’ a salir a la calle para combatir las revueltas y empleando el uso de la fuerza por parte de la Policía, en muchos casos utilizando una violencia desmedida y realizando arrestos, lo que también ha merecido la condena internacional.

Una crisis ciudadana en Cuba que están siguiendo con preocupación, impotencia y el corazón en un puño muchos de los cubanos que residen en Ciudad Real (hay censados 235 en la provincia), que coinciden en advertir que esta movilización popular debería suponer un antes y un después en el régimen comunista y dictatorial que dura ya 62 años.

Varios de estos cubanos arraigados en Ciudad Real pertenecen al mundo del deporte, concretamente al balonmano. Rolando Urios (Bayamo, 1971), y Julio Fis (Guantánamo, 1974) protagonizaron algunos de los años más gloriosos del BM Ciudad Real. Ambos lamentan no poder estar en su país de origen para poder «salir a la calle para apoyar al pueblo». Allí tienen a sus familiares con los que se mantienen en contacto, estos días con dificultades por el cierre de internet por parte del Gobierno. Ellos les cuentan que la gente no puede más y por eso ha decidido salir a la calle desafiando la represión del régimen. «El pueblo se ha cansado de tanta tristeza y sufrimiento, de la falta de libertad y del respeto a los derechos humanos. Este pueblo merece más cosas», afirma Julio Fis, mientras que su compatriota denuncia que «allí siempre ha habido escasez, pero ahora mucho más; les falta de todo, comida, ropa, medicamentos, luz… En Cuba todos son colas para conseguir bienes de primera necesidad».

Odalys Escalona (Granma, 1983) es actual jugadora del BM Bolaños. Habla periódicamente con sus tías y sobrinas de Cuba a través de Facebook, quienes le confirman el infierno que allí se está viviendo. «Es una pena. No hay comida ni medicamentos. O comes o vistes, y siempre están en deuda con el vecino que te ayuda. Y si protestas, te callan a palos o te detienen. No puedes hablar más alto», relata ‘Oda’, que la última vez que pisó suelo cubano fue en 2013, cuando regresó a por su hija, algo que lamenta, porque «Cuba es un país increíble, y los cubanos no queremos marcharnos, sino poder vivir allí en libertad».

Odalys, Julio y Rolando, con distinto grado de convencimiento, creen que estas protestas pueden significar un antes y un después en la situación política en Cuba. Para la primera, más pesimista, esto sólo es un «toque de atención» para un régimen que no va a cambiar. Sin embargo, Fis y Urios sí piensan que el país está viviendo un punto de inflexión. «Cuba va a cambiar para siempre. Hasta ahora la gente nunca había tenido el valor de protestar en la cara del Gobierno. Ahora van a gobernar diferente, porque saben que si no se van en la primera ola se irán en la segunda», apuesta Julio Fis. Más contundente es Rolando Urios: «El pueblo, que ha sido esclavo de la dictadura, se ha cansado de tanto comunismo y tanta miseria. Para que algo cambie siempre hay que dar un primer paso. Después de muchos años de represión, la gente ha perdido el miedo al régimen».

Los tres rechazan «las mentiras» que utiliza el régimen para justificar la escasez de productos básicos, que apunta siempre al bloqueo comercial desde Estados Unidos. «Ellos son los que bloquean el país», denuncia Escalona. Además, Urios pone muy en duda las supuestas virtudes de este régimen comunista: «En Cuba nada es gratis. Todo lo sacan del lomo de los cubanos por la miseria de salario que les pagan». Además, no se creen que haya cubanos que estén saliendo a la calle para silenciar las protestas y defender al régimen. «No son ciudadanos, son militares de incógnito o gente reclutada engañada», aclara Rolando, muy crítico también con la actitud de España por «mirar a otro lado» sin querer reconocer que lo que está oprimiendo a sus compatriotas es «una dictadura».

Desde la cultura.

Las voces contra el régimen castrista también se oyen en Ciudad Real desde la cultura y las artes. Carlos Cano, profesor de flauta y músico, escribía en Facebook que «solo una dictadura, a la que le importa una mierda sus súbditos, puede tener la arrogancia de afirmar que no necesita ayuda. Y esto aún no termina...». Por su parte, Aldo Gómez, su compañero en el grupo Veleta Roja, publicaba en esta red social que «Cuba se retuerce de desesperanza, de dolor, de angustia y yo con ella. Nada justifica acorralar a quien dice no porque está asfixiado, a quien saca la cabeza para exigir la bocanada de aire que el pueblo necesita. Los golpes solo justifican la necedad de un sistema arcaico que niega el derecho de todos».