Rehuían al presunto homicida para evitar problemas

Pilar Muñoz
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El detenido permanece en los calabozos de la Policía en espera de pasar hoy a disposición judicial

Rehuían al presunto homicida para evitar problemas - Foto: Rueda Villaverde

El cadáver de Antonio Isidro González Gascón presentaba una herida punzante en el cuello que le causó la muerte casi en el acto, según ha podido saber La Tribuna. También tenían otras lesiones, algunas en el pecho, pero no de la entidad de la herida mortal del cuello.

Antonio Isidro González se había criado en la Comandancia de la Guardia Civil de Ciudad Real (su padre, tíos y una sobrina pertenecen a esta institución) y fue uno de los primeros, junto a su mujer, en adquirir una vivienda unifamiliar en la calle Arrayanes de la urbanización Los Rosales, en cuya puerta encontró la muerte la noche del miércoles a manos de un vecino que casi todos los residentes de la zona coinciden en señalar que es de difícil trato. De hecho, algunos confesaron a La Tribuna, en el lugar del crimen, que le rehuían para evitar problemas. «Le molestaba mucho cualquier ruido, que dejaran un coche cerca de su vivienda.  Ha habido muchas denuncias», explica uno de los vecinos en presencia del cuñado de la víctima.

Al parecer, existía enemistad entre ambos por el carácter y circunstancias del presunto homicida, que se mudó a la vivienda hace unos tres años. Según los vecinos, Isidro, la víctima, era «una bellísima persona», dispuesto a ayudar y colaborar con todo el mundo. Algunos que conocían esas desavenencias, «le dijeron a Isidro que se fuera a otra casa, pero eso es fácil decirlo», comenta uno de los amigos de la víctima. No obstante, nadie podía imaginar que esas desavenencias pudieran acabar con la vida de uno de ellos.

Isidro se había jubilado tras una larga vida profesional de montador de ascensores, relatan fuentes cercanas a la víctima. Vivía con su mujer María Fernanda pared con pared con Curro, el vecino al que muchos evitaban «para no tener problemas».

Isidro y su mujer no habían tenido hijos, pero sí una gran familia y muchos y buenos amigos, uno de ello llegó poco antes de la doce de la noche del miércoles, nada más  enterarse, pero el servicios funerario ya se había llevado el cuerpo sin vida de Isidro para la práctica de la autopsia. El hombre tras intercambiar unas palabras con el cuñado, pasó a la vivienda para interesarse por el estado de la viuda. La mujer estaba acompañada de la hermana del asesinado, que es el segundo hermano que pierde, el primero en un accidente de tráfico.

«La familia está rota, deshecha», aseveró el cuñado de Isidro, quien  ha indicado a este diario que el entierro tendrá lugar hoy, a las once de la mañana, en el tanatorio Alfonso X ‘El Sabio’.

La alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, lamentó ayer la muerte Antonio Isidro González tras una riña con un vecino. «Los conflictos se arreglan hablando», manifestó tras expresar sus condolencias a la familia por la muerte de Isidro, a las que también se sumó Vox, que pidió la celebración de actos institucionales en apoyo a la familia de la víctima y en repulsa del crimen. El presunto agresor pasará hoy a disposición judicial. Ayer prestaron declaración en la Comisaría Provincial algunos testigos.