Un punto de vista diferente

SPC
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Luis Enrique cambia el enfoque de las concentraciones con nuevas normas de convivencia y métodos de trabajo

En apenas tres días, Luis Enrique ha enseñado sus cartas como nuevo seleccionador español y demostrado que seguirá con todas las peculiaridades que lo acompañaron como técnico del Barcelona: seguimiento de los ‘entrenos’ subido a un andamio, candado para la prensa, vigilancia de los horarios de los jugadores, aprovechamiento máximo de la tecnología o intervención en el diseño de la dieta. 

A la espera de conocer cuál es su propuesta en el campo -el próximo sábado ante Inglaterra y el martes frente a Croacia-, el asturiano sí hizo honor en sus métodos de trabajo a una de sus palabras favoritas: «evolución». 

No tardó nada en demostrar su singularidad. Su primera lista de convocados fue transmitida a través de un vídeo que grabó en su despacho, junto a una pizarra. 

Además, los medios oficiales de la Federación difundieron las imágenes de su encuentro con los internacionales y se esforzaron en mostrar las bromas del entrenador con jugadores del Madrid como Ramos o Carvajal. 

Antes de comenzar, el presidente, Luis Rubiales, alertó al técnico sobre ciertos hábitos que observó durante el Mundial y que a él no le gustaban, tales como horarios nocivos para el descanso, el uso masivo de móviles o el excesivo poder decisorio de los futbolistas sobre aspectos de la rutina diaria. Por ello, el nuevo seleccionador está decidido a imponer nuevas normas, más restrictivas. 

En el entrenamiento de ayer se recuperó una de las escenas más características del gijonés durante su etapa en el Barça o en el Celta: se subió a un andamio para observar la sesión desde las alturas. Además, es normal que uno de sus ayudantes vea los partidos desde el palco para ofrecer otra perspectiva. 

Además, cada entrenamiento es grabado y seccionado en vídeos personalizados que luego proyecta a cada jugador. Igual que hará con los partidos oficiales, en los que dispondrá de cámaras especiales que enfoquen únicamente la parte del campo que le interese estudiar. 

Como especialista en nutrición, y como también hacía en la Ciudad Condal, el técnico también intervino desde el primer día en el diseño del menú diario de los futbolistas y eliminó radicalmente frituras o grasas visibles. 

Son nuevos métodos para alegría de una federación que, según se esfuerza en transmitir Rubiales, ansía la «modernidad». Entiende que las formas, ganadoras o no, se quedaron anticuadas. Sin duda, Luis Enrique responde al perfil de entrenador «moderno», de esos que no tienen que conceder entrevistas para caer bien al público, porque con ganar es suficiente