La Pandorga será la primera gran prueba de fuego para la capital en cuanto a la recuperación de las fiestas y también en cuanto a la aplicación de la normativa para impedir beber alcohol en la calle. En Ciudad Real está prohibido el consumo de alcohol desde hace 13 años, pero un decreto de Alcaldía permitió habilitar una zona para el consumo de alcohol en la vía pública, el aparcamiento de la calle Echegaray. La llegada de la pandemia hizo que ese decreto dejara de estar en vigor y con ello se prohibió de forma absoluta el consumo de alcohol en la vía pública, incluidas fiestas como las que se celebrarán el 30 y 31 de julio o la de agosto. La intención municipal, de hecho, es que no se recupere el botellón en Ciudad Real, uno de los puntos incluidos en el acuerdo alcanzado entre PSOE y Cs.
La multa para quienes hagan botellón en los días de zurra y Pandorga será la misma que se viene aplicando desde el inicio de la ordenanza, señaló la concejala de Sostenibilidad, Mariana Boadella. «Consumir alcohol en la vía pública es una infracción leve, con una sanción de entre 60 y 600 euros». Dos leves hacen, además, una multa grave, cuyo importe puede llegar hasta los 1.500 euros.
Lo normal suele ser una sanción acorde a la infracción, unos 60 euros, pero la opción que da la norma, recordó Boadella, es que se pueda llegar a los 600 euros. «Están aumentando los casos de botellón aquí y en toda España», dijo la edil. De hecho, hasta junio se han puesto ya el doble de sanciones que en un año no pandémico. Por este motivo, que de seguir la tendencia, hay una opción de aumentar la cuantía de la sanción, algo que aún no se ha planteado el Ayuntamiento, pero que podría ocurrir. «La ordenanza nos ampara para sancionar con esos importes, hasta 600 euros», por ejemplo si se considera que el consumo de alcohol en la calle incluye otros aspectos de mayor gravedad, como ocurre ante el riesgo de contagio que conlleva. Hace años se hizo este tipo de aumento ante el incremento de los excrementos de perros, aumentándose la multa de los 100 a 300 euros para paliar el problema.
Con la pandemia, quien recibe una sanción por beber en la calle tiene abierto, además, un segundo expediente por incumplir la normativa COVID. La sanción es de la Junta de Comunidades, con hasta 100 euros de multa. Se puede dar por incumplir la distancia, el número de personas concentradas o no usar la mascarilla.
Por último, ante la posibilidad de hacer botellones, hay que tener en cuenta que no solo se identifica a una persona, sino a todos los que se encuentren en la zona.
pandorga y feria. Boadella hizo una llamada a «la moderación» ante la próxima Pandorga y recordó que el equipo de Gobierno ha planteado la misma seguridad y vigilancia policial que se desplegaría en una jornada festiva ‘normal’, como también se hará con los refuerzos de Medio Ambiente por si hubiera alguna concentración en zonas ajardinadas. La edil señaló, por último, que «se puede consumir en los locales o cada uno en su casa» para evitar que las administraciones se vean «forzadas a tomar medidas más drásticas y más ahora que está subiendo la incidencia en los rangos de edad más jóvenes debido a las fiestas y a no tomar distancias». En este sentido, advirtió que «habrá que ver cómo nos comportamos en Pandorga y si no habrá que tomar medidas».