¿En qué situación se encuentra actualmente el sector de la construcción en la provincia?
Es recurrente decirlo, pero depende con qué sectores nos comparemos. Está claro que si nos comparamos con los que tienen restricciones o limitaciones para el ejercicio de su actividad, el sector de la construcción se encuentra con un volumen de actividad satisfactorio. La situación es buena y se abren buenos horizontes en cuanto a previsiones de trabajo gracias a la llegada de fondos europeos destinados a la rehabilitación. Por el contrario, el parón de la producción durante la pandemia y el acopio de materiales por algunas potencias está conllevando que éstos incrementen mucho su coste, aumentando también los costes de construcción. A ello se une una demanda de mano de obra especializada por parte de las empresas para poder acometer con garantías el trabajo que viene. En cualquier caso, el sector de la construcción está siendo y debe ser una de las palancas de recuperación económica.
¿Qué influencia tuvo la pandemia en los datos finales de 2020?
Mucha, como no puede ser de otra forma, en tanto que es imposible aislarse del entorno social y económico. Bien es cierto que a niveles de empleo y en términos relativos se han mantenido similares en comparación con el año anterior y mejor comparado con otros sectores, puesto que, por poner un ejemplo, las empresas y trabajadores de la construcción fueron casi los primeros en salir de los ERTE y retomar la actividad. Y en términos de actividad se vivió un parón en la época del confinamiento, ya que paralizaron obras y la licitación pública, pero en cuanto se retomó la actividad, algunos parámetros se recuperaron enseguida. En la actualidad, el ritmo de actividad es adecuado y se espera que se mantenga estable o creciendo ligeramente en los próximos meses.
¿Cómo han evolucionado las obras de reforma y rehabilitación desde el inicio de la crisis sanitaria?
Como dicen las empresas que se dedican al ámbito de las reformas, la gente ha pasado mucho tiempo en sus casas y se ha dado cuenta de las carencias que tenían así como de la necesidad de acometer mejoras para, por poner un ejemplo, trabajar en casa o abrir espacios. Por tanto es un subsector que ha crecido exponencialmente más que el resto, hasta el punto de producirse un desborde de trabajo en algunos picos de actividad a lo largo del año. Siempre lo decimos, pero el sector de las reformas y rehabilitación ha pasado de ser un subsector residual dentro de la construcción, cuando había mucha obra nueva, a ser un subsector principal.
¿Cree que es el momento de que las administraciones apuesten de forma decidida por la obra pública para reactivar la economía?
Sin duda. Tal y como decía, la construcción y en este caso la inversión pública deben ser una palanca de recuperación de la economía, tanto por la actividad que generan como por el empleo que crean. Y cuando hablamos de obra pública, los ciudadanos no deben entender que nos referimos solo a grandes infraestructuras, que también, sino en un contexto como el actual a la realización de mejoras en edificios públicos para adaptarlos a la situación de pandemia, obras de carácter sanitario, la mejora de la eficiencia energética, etc. Aquí también cobran especial importancia los fondos europeos de recuperación, pues una parte muy importante va destinada al sector y concretamente a las obras de mejora y eficiencia energética así como de rehabilitación de ámbitos urbanos. Por ello siempre decimos que es importante articular la fórmula para que los fondos lleguen a las pymes, de forma que puedan participar y cooperar en estos proyectos.
¿Por qué tipo de viviendas está apostando la ciudadanía en estos tiempos de incertidumbre?
Está claro que tras la salida del confinamiento y de pasar tanto tiempo encerrados, las viviendas en entornos abiertos, rurales o las viviendas urbanas con espacios diáfanos, terrazas y zonas comunes cobraron un especial interés por parte de los compradores. Al final se busca que si tienes que pasar mucho tiempo en casa, la comodidad y los espacios abiertos tengan una relevancia mayor y primen por encima de otros aspectos que a lo mejor antes tenían más importancia, como la ubicación. En cualquier caso, y como siempre, hay nicho de mercado para todos los productos.
¿Qué perspectivas tiene el sector para 2021?
En tiempos como los actuales, donde es difícil efectuar previsiones a una semana vista, se hace complicado prever una evolución anual, cuando además dicha evolución depende de factores externos. El otro día, leíamos en una encuesta elaborada por CEOE a nivel nacional a miles de empresas que los empresarios esperan recuperar la actividad normal en 2022, considerando el 2021 como un año de transición y de recuperación lenta. Entendiendo que la situación para nuestro sector puede ser satisfactoria dentro del entorno que vivimos, pero todavía seguiremos dependiendo de factores externos y sanitarios.