«El tenis me ha dado mucho y me ha hecho muy feliz»

EFE
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Ha sido una de las grandes figuras del tenis mundial, un auténtico guerrero sobre la pista. A sus 37 años, ya retirado, David Ferrer sigue ligado al deporte de la raqueta y ha sustituido a Albert Costa como director deportivo del Open de Barcelona

«El tenis me ha dado mucho y me ha hecho muy feliz» - Foto: NOUFAL IBRAHIM

Llegó a ser número tres del mundo y compitió de tú a tú con Rafa Nadal, Roger Federer o Andy Murray. Luchador desde el fondo de la pista, David Ferrer nunca ha dado un punto por perdido y la mayoría de sus rivales acababan agotados al ver que el alicantino aún tenía fuerzas para golpear la bola.
El español, ganador de 27 torneos de la ATP y que se retiró el 8 de mayo de 2019 en el Masters 1.000 de Madrid, acudió hace unos días a la llamada de su amigo Rafa Nadal en Kuwait, donde el mallorquín ha inaugurado la segunda sede de su academia. Con la tranquilidad que le han dado los numerosos años de experiencia, el de Jávea cuenta cómo es su nueva vida.

 

Uno se retira de la alta competición, pero nunca del tenis, ¿no?
No. Ni lo pienso hacer, porque ha sido toda mi vida. Es lo que siempre he hecho, lo que sé hacer y lo que más me gusta. Sigo vinculado, juego en séniors (veteranos), dirijo el torneo de Barcelona-Trofeo Conde de Godó y estoy feliz.

 

¿Es más complicado llevar el traje que vestir ropa deportiva?
Es diferente. Tampoco voy siempre con traje y corbata. Me voy cambiando. Me gusta estar en las pistas y así cambio la rutina, porque cuando juegas a tenis estás concentrado en lo que haces; y lo haces cada día, es una rutina. Ahora es otra cosa. Y lo afronto todo de diferente manera.

 

Vino a Kuwait atendiendo a la llamada de un amigo que también fue su rival, ¿no?
Sí, sí. Amigo, amigo. Antes era mi rival, pero siempre ha sido mi amigo. Estoy contento, porque no lo dudé ni un momento cuando me llamo. Y sobre todo porque Rafa, al final, invierte en tenis, no solo en España, que es muchísimo, sino a nivel global. Y eso es algo fundamental y muy importante para las nuevas generaciones.

 

Son amigos, pero ¿nunca piensa en que hubiera ganado muchas cosas más, todavía, de no haberse cruzado Nadal en su camino?
No, no. No pienso en eso, sinceramente. El tenis me ha dado muchas cosas, estoy muy contento con todo lo que he conseguido a lo largo de los años. estoy muy feliz así, nunca he pensado en mucho más.
A mí, Rafa me ha ayudado mucho a lo largo de mi carrera, porque gracias a él mejoré mucho mi tenis. Tener a alguien tan bueno enfrente y en quién fijarte, hace que te esfuerces más y que quieras superarte en todo momento.

 

¿Qué triunfos o qué momentos de su carrera destacaría?
Han sido muchos. Pero quizás la Copa Davis, cuando ganamos en Sevilla. En 2013, acabé tercero del mundo; en 2012 gané siete torneos y mi primer Masters 1000, en París-Bercy. No sabría decirte uno en concreto, pero he tenido años muy buenos; siempre he sido muy regular. El tenis me ha hecho muy feliz.

 

¿Qué es lo que más echa de menos de su época de profesional; y qué es lo que más agradece de no tener que hacer, ahora?
Echo de menos las tertulias con mis compañeros durante los torneos y también los momentos de soledad. Ahora, con la familia, tienes menos tiempo para ti mismo, porque lo principal es dedicárselo a ellos.
Y lo que menos echo de menos es el hecho de viajar tanto y la presión que tienes antes de los partidos. Ahora todo es mucho más relajado. Cuando dejas de jugar te das cuenta de muchas cosas en las que antes ni pensabas y lo relativizas todo bastante más.

 

Sigue en forma; y, evidentemente, sigue dándole a la raqueta. Pero ahora ¿puede practicar más a menudo otros deportes?
No he dejado el tenis, pero también juego al pádel y alguna vez al fútbol. Y, más a menudo, voy a clases de pilates con los amigos, pero para tomarme luego una cerveza con ellos, fundamentalmente. Sigo jugando al tenis, pero mucho menos: ahora solamente entreno dos o tres veces a la semana.

 

¿Y disfruta más ahora jugando al tenis?
Sí. Antes también lo hacía, pero es verdad que ahora no tengo ninguna presión.