El teatro era el único lugar en el Siglo de Oro en el que hombres y mujeres podrían hablar en términos de igualdad. Sobre las tablas, una mujer podía decir, sin miedo a sufrir ningún daño, aquello que muchas callaban en casa, pero más allá de la ficción hubo una mujer en el siglo XVII que decidió trasladar ese mundo de fantasía a la realidad. Su nombre fue Francisca de Pedraza, la primera mujer que logró una sentencia de divorcio de su marido por malos tratos y una orden de alejamiento. Se trata de una historia que rompe los moldes establecidos y que se ha convertido en teatro fruto casi del azar, de una charla entre amigos y una nueva ayuda del Gobierno regional.  

Producciones 099 es la compañía encargada de estrenar en el Festival de Almagro esta historia, Francisca. La productora daimieleña participa por primera vez en el festival y lo hace con el apoyo de la Junta de Comunidades, tras lograr una de las dos primeras ayudas para producir obras de teatro clásico y que se estrenen y presenten con el marchamo de calidad que otorga el Festival Internacional de Teatro Clásico.  «Siempre tuvimos esperanza en que el proyecto iba a salir», argumenta la directora de la obra, Fredeswinda Gijón, quien se enfrenta a su primera obra desde ese punto de vista en Almagro. Tras un año de diálogo entre los integrantes del proyecto lograron sacar adelante una idea que «permite visibilizar a mujeres que han formado parte de la historia» y muestra un teatro que «ayude a reflexionar» a la sociedad. «Producciones 099 siempre ha abordado temas sociales como el autismo o el bullying, se trata de hablar de actualidad, de lo que interesa en el momento y no de ser un mero entretenimiento», explica el productor, Aníbal Fernández Laespada.

La dificultad de esta obra, recuerda Gijón, es crear un texto de estilo clásico, con un tema tan complicado como es la violencia de género. «Es un reto» que Gijón, señala es necesario afrontar con la mente abierta para no caer en la historia ya contada sobre la violencia de género. El autor detrás de la obra es Borja Rodríguez, quien bebe de las fuentes clásicas, para construir el relato de esa mujer que lucha por su vida. «Es un artesano de la palabra en verso y en la obra se reconocen textos de Calderón, de Lope de Vega y testimonios de quienes hablaron en los juicios». Además de voz hay música con las actrices Carolina Lapausa, Anabel Maurín, Esther Acevedo y Silvia Nogales y un único actor Manuel Moya, encargado de dar vida al difícil papel de Jerónimo, el marido de Francisca.

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