Ciudad Real registró en mayo la mayor natalidad empresarial en una década. ¿Qué factores han propiciado este repunte?

El primero es nuestra gente. Tenemos una provincia eminentemente empresarial y emprendedora y cuando las cosas se ponen feas, damos siempre un paso adelante, no retrocedemos. La natalidad está muy bien, pero a mí me gusta hablar de supervivencia empresarial, ya que el 75% de las nuevas empresas caen el primer año. Necesitamos una buena ley de segunda oportunidad, que el ministro Montoro no quiso hacer en su momento y tampoco los gobiernos que han venido después. Cuando los puestos de trabajo están creados y consolidados, es mejor ayudar a esas empresas a seguir adelante que a crear nuevas empresas. No obstante, el dato de natalidad es una buena noticia. Un nuevo empresario es un soldado que llega a luchar al campo de batalla y lo que hay que hacer es propiciar que la mayoría sobreviva.

La evolución del desempleo en la región también está siendo positiva. ¿Hay motivos para ser optimistas o es preferible ser prudentes hasta ver cómo evolucionan los ERTE?

En nuestra región hay que ser optimistas porque se están haciendo las cosas bien. Tenemos un presidente, una consejera de Economía, Empresas y Empleo y un Gobierno en general que están haciendo caso a los empresarios, nos escuchan. Emiliano García-Page sabe, y lo dice en público, que para que haya muchos puestos de trabajo en Castilla-La Mancha se necesitan muchos empresarios y autónomos. Contar con unos líderes regionales que piensan de esta manera es una ventaja para nosotros.

Lo que ocurre es que no se puede hacer todo desde Castilla-La Mancha y en el ámbito nacional no se están tomando las medidas necesarias. No se pueden poner palos en las ruedas de la recuperación. España no se va a recuperar subiendo impuestos a las empresas y a los autónomos, sino todo lo contrario, se va a lastrar el crecimiento empresarial, porque el tejido empresarial, sobre todo en comunidades como Castilla-La Mancha, lo que hace es invertir los beneficios en sus trabajadores y en que el negocio crezca. Esto en el ámbito nacional no lo entienden, pero sí en la región y en la provincia y también muchos ayuntamientos de distinto color político. Esperamos que con los cambios en el Consejo de Ministros, con la presencia de gobernantes locales como Isabel Rodríguez, nos escuchen y sepan lo que necesita el empresariado.

La pandemia afectó a prácticamente todos los sectores en su etapa más dura. ¿Hay alguna actividad económica que no termine de arrancar?

Hay sectores muy afectados por la crisis y otros que la han sentido menos, como nuestro sector agroalimentario, que se ha reinventado y que ya en la anterior crisis hizo una apuesta por la internacionalización y las exportaciones. Otros sectores como el mío, el del transporte, lo van a sentir ahora con la subida bestial de los carburantes. Creo que la recuperación va a ser rápida, siempre que no pongamos palos en las ruedas, pero muy desigual por sectores. Hay algunos como el comercio y la hostelería que precisan de ayudas para salir adelante.

¿Qué papel pueden jugar los fondos europeos en la recuperación del país?

A nosotros nos preocupa bastante, porque no sabemos cómo se van a capilarizar las ayudas para que lleguen a las pymes, micropymes y autónomos. En este sentido, tengo que felicitar a la Diputación de Ciudad Real y la Junta de Comunidades por la puesta en marcha de iniciativas para que lleguen a los más pequeños. A nivel nacional no queda claro cómo va a ser el reparto y me da la impresión de que la mayor parte de los fondos irá destinada a las grandes empresas.

¿Qué sectores deberían tener prioridad en el reparto de los fondos?

La sostenibilidad, la economía circular y la igualdad me parecen muy bien y son muy importantes, pero tenemos que ser realistas, no podemos creernos, por ejemplo, que mañana todo el mundo va a llevar un coche eléctrico. Necesitamos un sector productivo que genere puestos de trabajo e incidir en las empresas que están funcionando, en la internacionalización y la digitalización, en materias que venimos reivindicando desde hace mucho tiempo. El Gobierno de Castilla-La Mancha nos hace caso, pero el Ejecutivo central parece que está en otro mundo.

El Gobierno está planteando una reforma laboral. ¿Qué aspectos debería revisar?

Lo ha dicho la Unión Europea: la reforma laboral debe ir en otro sentido, en el de generar y consolidar puestos de trabajo. Desde luego, la reforma laboral no tiene que ser restrictiva ni maniatar a los empresarios para que no puedan contratar. El tema de los contratos deben dejarlo tal y como está, que Bruselas nos ha felicitado por ello, y que se regule en el ámbito de los convenios colectivos. Nadie conoce mejor que los representantes sindicales y empresariales lo que hay que hacer con cada convenio de cada sectorial en las mesas de negociación.

Sobre los convenios colectivos, ¿es optimista de cara a alcanzar acuerdos con los sindicatos y que prevalezca la paz social?

Con el escenario actual y la situación que están atravesando nuestras empresas y autónomos no podemos ser optimistas. Sí podemos serlo en lo que es la negociación pura y dura. Ahora mismo, Fecir no se levanta de la mesa provincial sin llegar a un acuerdo con los representantes de los trabajadores. La mejor mesa de negociación es aquella en la que todos los interlocutores se levantan sin estar contentos ni descontentos, pensando en que las dos partes se han dejado algo porque la negociación es ceder. Insisto en que no nos levantaremos de las mesas de negociación sin llegar a acuerdos, pero que no se engañen, los contratos que no se adecuen a lo que necesita el mercado generarán malestar, despidos y economía sumergida.

¿Es viable otra subida del Salario Mínimo Interprofesional?

Ni lo era antes ni lo es ahora. Es un auténtico error, porque además la mayoría de los convenios sectoriales están por encima del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). La regulación de este salario se hace siempre por convenio y hay convenios en los que se puede subir más o menos y otros en los que si se sube en exceso, vendrá acompañado de despidos porque no se podrán afrontar los costes mínimos. Lo que no puede haber es gente que quiera imponer algo de forma artificial sin conocer los sectores ni los puestos de trabajo.

Hace unos días, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, dijo que las pensiones deben ir ligadas al empleo. ¿Está de acuerdo con esta afirmación?

Estoy poco de acuerdo últimamente con Antonio Garamendi, pero en este caso sí. El presidente de la CEOE tiene que mirar más a las pymes, micropymes y autónomos y así se lo dije hace un año, que había gente que no se sentía representada porque mientras él hablaba con las grandes empresas, petroleras y bancos, otros lo hacíamos con los comercios que habían cerrado y los negocios que no estaban funcionando. El tema de las pensiones está claro, atiende al principio de economicidad: o las ligamos al empleo o no vamos a poder pagarlas. Necesitamos un sistema sostenible para que siga funcionando y si no se puede financiar con lo que estamos todos cotizando, habrá que bajarlo o eliminar retribuciones no contributivas. No es una cuestión únicamente de España, es un debate que está abierto en otros países como Suecia y Dinamarca. Es necesario un debate serio sobre las pensiones porque la sostenibilidad del sistema no es eterna.

¿Qué repercusión tendrá para el tejido empresarial el Consejo de Captación de Inversión Extranjera de Castilla-La Mancha?

Es un acierto más del Gobierno de Castilla-La Mancha, una iniciativa puntera, innovadora y pionera. Es el reflejo de una consejera que conoce el comercio exterior y a los empresarios como nadie y puede dar sus frutos siempre y cuando cumplamos con las estrictas normas establecidas. Para que la inversión extranjera recale en el territorio hay que evolucionar y muy rápido.

¿Cómo valora el cambio en la Alcaldía del Ayuntamiento de Ciudad Real?

En clave personal, se ha ido una amiga que es Pilar Zamora y llega una nueva alcaldesa, Eva Masías, con la que nos tenemos que llevar bien porque, entre otras cosas, la capital es el reflejo del resto de poblaciones de la provincia y la tomamos como ejemplo para nuestras reivindicaciones. Hay que recordar que al frente del Impefe seguirá Pedro Maroto, que forma parte de Fecir, que es un empresario que consideramos muy cercano a nosotros y tiene las cosas muy claras. Lo único que pido es tener el mismo nivel de interlocución que he tenido con Pilar Zamora, aunque no estuviéramos de acuerdo en muchas cosas, como el IBI, que seguiremos reivindicando.

Una asignatura pendiente es la gestión del fondo de recuperación. ¿Cómo está afectando el retraso al tejido empresarial?

Esta vez no ha sido culpa de los políticos, sino de los funcionarios, que no han hecho las cosas como deberían, pero al final los perjudicados somos siempre los mismos. Esperamos que las ayudas lleguen lo más rápido posible y que no sea tarde para nadie. En relación con los dos años que quedan por delante le pedimos al equipo de Gobierno que piensen en los empresarios de Ciudad Real, que está muy bien que vengan también de fuera, pero para eso debe haber un caldo de cultivo. Estamos expectantes con el polígono y la bajada de impuestos.