"El futuro no tiene por qué ser desolador para enoturismo"

EFE
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El gasto medio en destino de un enoturista es de 160,21 euros al día y la estancia media, de 2,40 pernoctaciones, de modo que "cada viajero de las Rutas del Vino gasta de media 384,51 euros".

"El futuro no tiene por qué ser desolador para enoturismo"

La presidenta de Rutas del Vino de España, Rosa Melchor, está convencida de que el enoturismo no tiene que hacer muchas modificaciones para ser un turismo que garantice la seguridad sanitaria y asegura en una entrevista con Efeagro que "el futuro no tiene por qué ser desolador para el enoturismo".

La postura razonablemente optimista de Melchor, alcaldesa de Alcázar de San Juan  y presidenta también de la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin), es si cabe más esperanzadora si tenemos en cuenta que es una actividad económica que genera "entre 250 y 300 millones de euros al año".

El gasto medio en destino de un enoturista es de 160,21 euros al día y la estancia media, de 2,40 pernoctaciones, de modo que "cada viajero de las Rutas del Vino gasta de media 384,51 euros".

Los últimos informes elaborados por el Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España señalan que solo las visitas a museos y bodegas el año pasado dejaron 85 millones de euros.

LA VISTA EN EL FUTURO

"Cuando lo que está pasando se mire dentro de unas décadas, con perspectiva histórica, se verá que es gravísimo. El mundo cambia y en el turismo el cambio será radical", pronostica Melchor.

Sin embargo, al enoturismo le va a costar poco adaptarse a la nueva realidad, "está en una posición bastante favorable en la parrilla de salida y, a pesar de las dificultades, tendrá que hacer muy pocas modificaciones para ser un turismo que garantice la seguridad sanitaria".

Tiene claro que "la gente necesita salir", viajar, evadirse, sobre todo después de los meses de confinamiento" y en el enoturismo está encontrando respuesta -"en muchas ocasiones a 30 minutos de su casa"-, porque las 31 Rutas del Vino se extienden por toda España.

"El futuro no tiene por qué ser desolador para el enoturismo, sino todo lo contrario, incluso puede ser el momento de encontrar una oportunidad (...) Siempre que las autoridades permitan la movilidad".

A su juicio, las características del enoturismo ofrecen seguridad: los grupos para realizar las actividades son pequeños, "unas 6 personas", y la mayor parte de estos turistas viajan en pareja (44 %) y con amigos (29 %), con que "no se abre el grupo convivencial", que tampoco se altera en el viaje propiamente dicho, pues "el 85,5 % de nuestros clientes viajan en vehículo propio o alquilado".

También el tipo de alojamiento es importante para aportar tranquilidad al viajero y en el último informe de Rutas del Vino los rurales destacan como la opción preferida por los enoturistas porque "son más pequeños, permiten poner cara a la gente, aunque sea detrás de una mascarilla, y eso no es lo mismo que encontrar gente distinta cada día en el entorno donde tú estás descansando", explica.

LA COOPERATIVA Y LA RUTA DEL VINO, LO MÁS IMPORTANTE

Las 31 Rutas del Vino recorren ciudades y pueblos que en buena medida viven de la agricultura o al menos de la uva; son sociedades rurales y "en algunos de estos territorios el enoturismo es una herramienta fundamental", según Melchor.

La ruta del vino "es la empresa más grande en muchos de estos territorios, junto a la cooperativa, claro", porque no sólo ha creado puestos de trabajo y ha generado actividad económica, es que "también ha surgido a su alrededor una economía auxiliar de alojamientos, restauración, comercios..."

Como señala, nuevos autónomos y pequeñas empresas han rejuvenecido a la población y han permitido que se asiente y se evite la despoblación, "es un revulsivo desde hace 25 años, lo que pasa que entonces, aunque ya existía, la España vaciada aún no tenía nombre".

Entre todas las actividades que rodean al enoturismo, resalta la gastronomía, cuya relación "es total, no se puede entender una actividad sin la otra", y que también está muy relacionada con la necesidad de reinventarse.

"Cada ruta es diferente y tiene sus variedades gastronómicas. Y algunos emprendedores han montado restaurantes, han acudido al ingenio y han reinventado las recetas tradicionales incluyendo vino", cita como ejemplo.

DE REPENTE, LA COVID-19

En Rutas del Vino, la covid-19 "nos pilló descolocados, como a todo el mundo, pero supimos reaccionar".

Las redes sociales han jugado para Acevin y sus rutas un papel insustituible, tanto para llevar a cabo sus iniciativas -"para que la gente supiera que seguíamos aquí"-, como para continuar activos, porque las actividades presenciales como "las catas, las visitas a museos, la compra de productos... las ofrecimos online".

Y ¿cómo se ha desarrollado este verano atípico? "No disponemos de datos todavía", pero nuestra percepción es que este año, en comparación con el 19, va a cerrar con un descenso, "porque los meses de confinamiento ningún sector los va a recuperar", pero concretamente el verano ofrecerá resultados positivos.

Por eso Rosa Melchor imagina el futuro "sin covid, disfrutando sin restricciones". En ningún caso piensa en un enoturismo "decadente ni decreciente; 2021 será bueno".