Villar de Cañas: un cementerio nuclear aún sin enterrar

C.S.Rubio
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A punto de cumplirse nueve años de la designación de Villar de Cañas como 'vertedero' nacional de los residuos nucleares (ATC) -y dos años y medio después de que Moncloa parara el proyecto- su futuro sigue en un limbo.

Villar de Cañas: un cementerio nuclear aún sin enterrar - Foto: Reyes MartÁ­nez

A punto de cumplirse nueve años de la designación de Villar de Cañas como sede del Almacén  Temporal Centralizado de residuos nucleares (ATC) -y dos años y medio después de que Moncloa parara el proceso-, la construcción de esta suerte de ‘vertedero radiactivo’  sigue en el limbo. Desde el Gobierno central -y regional- se insiste en que esta instalación está desfasada y que, por tanto, no se construirá, pero nadie termina de dar el cerrojazo definitivo a este proyecto  de cementerio nuclear en Castilla-La Mancha.

Tal y como confirma Enresa (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos) a este diario, todo dependerá de lo que diga el VII Plan General de Residuos Radiactivos, actualmente en tramitación.  ¿Cuándo estará? Eso nadie lo concreta.

La vicepresidenta Teresa Ribera avanzaba hace unos días en el Congreso su intención de dar una solución al problema de los residuos nucleares «a lo largo del año». Una solución que para el actual Gobierno pasaría por la instalación de ATI (almacenes temporales individualizados) en cada central. O al menos, así lo ha expuesto en diversas comparecencias.

La empresa encargada de la construcción del ATC se limita a recordar que «el Ministerio para la Transición Ecológica decidió en julio de 2018 suspender la tramitación del informe del CSN  (Consejo de Seguridad Nuclear) sobre la autorización de construcción del Almacén Temporal Centralizado de Villar de Cañas».

Y parado está. El informe de Enresa presentado al Congreso sobre su actividad en 2019 confirma que nada se hizo en ese ejercicio vinculado al cementerio nuclear. Además, a principios de este año (en el que según los planes iniciales ya debería de haber comenzado a funcionar el ATC),  la misma Enresa  ponía punto y final al concurso abierto en 2014 para construir el edificio contenedor de los residuos, valorado en más de 217 millones. Dinero que ya ha desaparecido del proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2021 (una partida que llevaba desde 2018 sin ejecutarse).

 No obstante, como advierte el alcalde de la localidad conquense, José María Saiz, uno de los más férreos defensores de esta instalación, este movimiento de Enresa «no implica nada». «El concurso del ATC se desistió porque estaba ya obsoleto (databa de 6 años atrás), pero el ATC se  va a construir» en cuanto se publique un nuevo concurso.

Para Saiz, «el problema del ATC es político, no técnico» y confía en  que en breve Enresa saque de nuevo el proyecto a concurso.

Con todo, lo que sí es cierto es que, aunque se decidiera seguir adelante con la construcción de este silo nuclear,  sería necesario repensar el concurso (en el anterior las plicas no se llegaron ni abrir), añadiendo en él las  modificaciones advertidas en los informes  del CSN,  según señalan fuentes conocedoras del proceso.

Modificaciones que tendrían que ver con los problemas de filtraciones de agua detectados en la zona,  y con la existencia de una falla en las cercanías de los terrenos reservados al ATC, donde en los últimos años se han registrado temblores de tierra de cierto calado. En concreto, desde la CSN se habla de «incertidumbres sísmicas».

Dentro ya de las fronteras regionales, el proyecto de Villar de Cañas genera un importante rechazo social, incluyendo aquí a todo el espectro político a la izquierda del PP. Desde que el PSOE  recuperara  la Junta de Comunidades en 2015, ha peleado por la ‘defunción’ de este proyecto. El ATC «es un mal sueño que nos quiso dejar el Gobierno del PP en la provincia de Cuenca, anunciando a bombo y platillo que nos había tocado el gordo de la Lotería de Navidad, y lo que nos tocó es una auténtica pesadilla», afirmaba la pasada semana el consejero de Transición Ecológica, José Luis Escudero, a los medios.

Nueva iniciativa del PP. Pese a ello, el fantasma  del ATC reaparece de vez en cuando, como los ‘revenant’ que hace unos años hizo famosos el mexicano Alejandro González Iñárritu. Sin ir más lejos, hace menos de dos semanas el PP anunciaba su intención de llevar al Congreso  una  iniciativa legislativa para instar a Gobierno a seguir con el proyecto de Villar de Cañas. Y Vox ha incluido también su recuperación en  su enmienda a la totalidad al proyecto del ley nacional contra el cambio climático.

El interés  del PP por construir el ATC que no es nuevo. los ‘populares’ ya han avanzado en más de una ocasión su intención de retomar este proyecto, ideado por Rajoy y Cospedal, en cuanto vuelvan a gobernar. ¿La principal razón? Los 75.000 euros diarios, en números redondos, que cuesta almacenar los residuos nucleares españoles en Francia.

Ademas, a día de hoy ya se habrían invertido en la zona en torno a 90 millones de euros (la inversión total prevista supera los 500), y ha servido para construir en un pueblo de apenas 400 habitantes un vivero de empresas, accesos por carretera y una serie de instalaciones que deberían de servir para dar cobertura administrativa al ATC. En estos momentos, continúan trabajando allí «unas doce personas», entre ingenieros, vigilantes y personal de limpieza, «y los muebles de las oficinas en su sitio, tapados con plásticos», según lamenta el alcalde de Villar de Cañas.

Todo a la espera de que el actual Gobierno decida cambiar el «no es fácil» recuperar el proyecto del ATC de la ministra Ribera, por un sí o un no definitivo. Se verá.