El bono social es una de las medidas más importantes para que las familias en situación de vulnerabilidad o en riesgo de exclusión social puedan hacer frente a los gastos energéticos y de la luz, pero no es la única manera de incidir en pos de su calidad de vida. Además de bonificar la factura, existe la posibilidad de reducirla a través de las acciones que marcan el asesoramiento experto de la propia compañía de la mano de Cruz Roja, con quien Naturgy ha emprendido en la provincia su primera edición del programa de voluntariado energético, que ha alcanzado en esta fase a 61 familias ciudadrealeñas. El plan, como relatan José Luis Barroso y Mercedes Ruiz, voluntarios de Naturgy y Cruz Roja, respectivamente, constaba de varias acciones, desde un taller para dar consejos prácticos con los que reducir el consumo energético hasta acciones directas en las viviendas a través de visitas para optimizar la eficiencia de ese consumo. Ambos confiesan sus ganas de repetir.

«Ha sido una de las experiencias más gratificantes que he tenido y estoy deseando repetir», dijo José Luis Barroso, voluntario de Naturgy dentro del programa de ahorro energético. A su lado, Mercedes Ruiz, de Cruz Roja, reconoce que ayudar a las familias que más lo necesitan en algo tan básico como poder ahorrar en el recibo de la luz «es muy gratificante». Ambos han formado parte de los equipos compuestos por voluntarios de ambas partes par desarrollar las diferentes acciones de la iniciativa. «Hemos realizado talleres y visitas, incluso en domicilios, en los que hemos asesorado sobre el consumo energético a las familias, haciendo pedagogía para entender las facturas y viendo qué elementos de una vivienda se podrían mejorar para hacerla más eficiente energéticamente», explicó Barroso. En esta primera edición del programa han asesorado a 61 familias de la provincia y han visitado de forma directa en su domicilio a ocho de ellas, e incluso en uno de los casos se ha realizado una reforma integral de la vivienda bajo asesoramiento del grupo Naturgy para la mejora de su eficiencia energética.

«Se ha dado información básica sobre cosas muy elementales», aseguró Mercedes Ruiz, que explicó algunas de las fases del programa. «Una, varios talleres en los que se hablaban algunas normas básicas para gastar menos energía, identificando los electrodomésticos que gastaban más y aquellos en los que se podía ahorrar con su uso, además de enseñarles a interpretar una factura y ver, por ejemplo, si tenían demasiada potencia contratada para su uso», indicó. Dentro de estos talleres básicos de información también se han tramitado solicitudes del bono social a aquellas familias que cumplían con los requisitos pero no estaban informadas de su existencia. «Son familias que forman parte de los programas de asistencia de Cruz Roja, a través de los cuales hemos contactado con ellas», dijo Ruiz.

Pedagogía del ahorro - Foto: Rueda VillaverdeDespués, dos visitas. La primera para ver el estado de la vivienda y aplicar algunos de esos consejos de manera directa, y la segunda para entregar un kit de ahorro energético con bombillas de bajo consumo y diverso material eléctrico en buen estado. Los estudios que ha llevado a cabo Naturgy sobre el desarrollo de su programa de voluntariado energético afirman que el ahorro puede llegar al 22 por ciento con la reforma exprés de un hogar, y que la aplicación de las diferentes normas y consejos para aumentar la eficiencia energética de los hogares puede suponer un ahorro de entre 300 y 650 euros anuales para las familias. 

Más fotos: