Esto es afición

Eduardo Gómez
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Francisco Chinchilla ha pasado 19 horas en la puerta del pabellón Virgen de la Cabeza para conseguir dos entradas de las algo más de 50 que quedaban a la venta para el decisivo partido de esta tarde entre el Viña Albali Valdepeñas y el Segovia.

Francisco Chinchilla, recogiendo sus entradas después de 19 horas de espera. - Foto: LT

Este jubilado es un gran seguidor del fútbol sala, pasión que transmitió a su hija Natalia, que es discapacitada. Siempre que pueden no se pierden un partido, pero esta vez, debido al interés del choque, cuando fueron a la sede a adquirir de forma anticipada las entradas, recibieron una mala noticia. Se habían agotado y no quedaba otro remedio que esperar el sábado a las 11 horas para comprar las que el club ponía a disposición en taquilla.

Chinchilla no se lo pensó y este viernes, a las cuatro de la tarde, llegó al pabellón y se dispuso a esperar hasta las 11 de la mañana a que abrieran las taquillas. Con el paso de la tarde y de la noche fueron más de 30 personas las que siguieron sus pasos. En total 19 horas de espera, que él asume con orgullo. “Por el pueblo se hace lo que haga falta”, comentaba a La Tribuna pocos minutos después de recibir las entradas.

 

“Hemos pasado las horas como hemos podido. Eso sí, el fútbol sala ha centrado todas las conversaciones”, confiesa. El propio Luis Palencia, presidente del club, quiso tener un detalle con él y con sus compañeros de fila, llevando unas pizzas y refrescos a media noche y transmitiéndole ánimos y agradecimientos. “Aficionados así son un orgullo”, ha explicado Palencia.

 

Cuando ha podido ha acompañado al equipo en los desplazamientos junto a su hija y tiene claro que la ilusión de Natalia por esos colores merecía la pena cualquier esfuerzo. Visiblemente fatigado, espera conciliar unas horas de sueño antes del decisivo encuentro y lo que tiene claro es que para la temporada que viene él y su hija serán socios.