El 'Madrid Central' de Ciudad Real vendrá con disuasorios

Manuela Lillo
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El Ayuntamiento de Ciudad Real trabaja en delimitar las calles del centro que conformarán ese área y el tipo de vehículos a los que se podrá restringir el tráfico

El ‘Madrid Central’ de Ciudad Real vendrá con disuasorios - Foto: Tomás Fernández de Moya

La aprobación de la Ley de Cambio Climático provoca que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes estén obligadas a definir una zona de bajas emisiones, un ‘Madrid Central’, y para lo que el Ayuntamiento de Ciudad Real ya trabaja. A día de hoy se ultima el estudio de costes del proyecto técnico para presentarlo a la Junta de Comunidades y optar a la subvención de 100.000 euros que impulsa la Administración regional con los fondos Next Generation. 

La delimitación de esta zona, que sacará del centro a los coches más contaminantes, vendrá acompañada de la creación de aparcamientos disuasorios para facilitar el estacionamiento en lugares estratégicos de la ciudad a los conductores de la capital y a los que se desplazan hasta aquí desde otros municipios. Del mismo modo, la idea es contar con carriles-bici que favorezcan el uso de este medio de transporte alternativo y para el que siempre se ha dicho que Ciudad Real presenta unas condiciones idóneas. «Será necesario un nuevo Plan de Movilidad Urbano Sostenible que se complemente con aparcamientos disuasorios y carriles-bici», afirmó a este diario la edil de Urbanismo y Movilidad, Raquel Torralbo, que puntualizó que todavía hay muchas cuestiones que tienen que concretarse para el ‘Ciudad Real Central’. 

De hecho, será necesaria delimitar las calles del centro que conformarán ese área e incluso el tipo de vehículos a los que se podrá restringir el tráfico, ya que cada ayuntamiento podrá determinar el tipo de vehículos a los que deja o no pasar, si bien la Dirección General de Tráfico ha creado ya una nueva señal para que se identifique de forma común esta zona de bajas emisiones y que permita entrar a los vehículos con las pegatinas de Cero Emisiones, ECO y C. Todo debe estar listo, eso sí, antes de 2023. Asimismo, deberán delimitarse cuestiones como la de la ubicación y dimensiones de los aparcamientos disuasorios o la creación de los carriles-bici, además del sistema que se utilizará para impedir el acceso del tráfico más contaminante, bien con pivotes o con las cámaras que ya controlan las calles peatonales del centro. De momento, nada de estas cuestiones ha trascendido. 

Los trabajos se están desarrollando desde el área de Movilidad, de la que ya se encarga Raquel Torralbo, también edil de Urbanismo, un área que precisamente cambió de manos (anteriormente la gestionaba David Serrano) con el fin de permitir esa mayor integración que supone la puesta en marcha de esta área con el urbanismo de la ciudad y con la ejecución de obras.

En el proyecto también está inmersa la Concejalía de Sostenibilidad, dado que, además, una de las peculiaridades de la futura zona de bajas emisiones es que conllevará también una zona de bajas emisiones acústicas, «unas particularidad que no he visto en otras ciudades», indicó a La Tribuna la edil de Sostenibilidad, Mariana Boadella.

proceso participativo. Al igual que Torralbo, Boadella se refirió al proyecto que aún se está planteando desde el punto de vista técnico y que dará paso después a la confección y ejecución del ‘Ciudad Real Central’ para concretar los aspectos fundamentales de una actuación que debe contar «con mucha participación de la ciudad», con la convocatoria, por ejemplo, del Consejo de Ciudad. La puesta en marcha de esta zona de bajas emisiones también es uno de los retos en los que tiene su mirada puesta la exalcaldesa, Pilar Zamora, actual delegada de área y al que precisamente se refirió en el pasado Pleno municipal del jueves. Ahí señalaba la importancia que tendrá la creación de la futura Ciudad Administrativa en el antiguo hospital del Carmen para sacar del núcleo urbano a gran parte de los vehículos que se desplazan hasta las oficinas que tiene la Junta en las calles Alarcos y Paloma. Con esta zona de bajas emisiones a la que obliga la nueva legislación sobre cambio climático, Ciudad Real, como el resto de municipios de más de 50.000 habitantes, se sumarán a Madrid y Barcelona, que ya tienen para reducir los niveles de Co2 en las poblaciones.