Las sanciones a la hostelería caen y aumentan las vecinales

Hilario L. Muñoz
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El balance de actuaciones de las ordenanzas de medio ambiente se cierra con 610 expedientes realizados, un tercio por limpieza

Las sanciones a la hostelería caen y aumentan las vecinales - Foto: Pablo Lorente

La labor inspectora del Ayuntamiento de Ciudad Real se ha saldado con 610 expedientes sancionadores por incumplir alguna de las ordenanzas de tipo medio ambiental, lo que implica un descenso, del cinco por ciento respecto a los datos del año pasado. Se trata de una reducción que no es lineal por el tipo de ordenanza y que, de hecho, muestra dos situaciones dispares, ya que las ordenanzas relacionadas con la hostelería, como terrazas o espacios públicos, se han reducido prácticamente a la mitad en 2019 respecto a los datos del año anterior, mientras que las relacionadas con los hábitos de vecinos se han mantenido o incluso incrementado, como es el caso por ejemplo, en el consumo de alcohol en espacios no permitidos para ello.

A este aspecto, la edil de Sostenibilidad y Agenda 2030, Mariana Boadella, recordó que las multas de convivencia y ocio por beber alcohol en sitios no autorizados, que pasan de 75 en 2018 a 116 en 2019, forman parte de un mayor control de los efectivos de la Policía Local. «El tema del botellón se incluye en el pacto de Gobierno de esta ciudad, con el objetivo de eliminarlo», dijo Boadella. En concreto, el punto 14 del acuerdo de gobernabilidad de la capital de PSOE y Cs marca que se apostará «por las actividades que fomentan hábitos de vida saludables y de convivencia, y con el objetivo de la eliminación paulatina del botellón». En este sentido, Boadella señaló que la intención no es que haya más multas por beber en la calle sino que «se reduzcan» con un mensaje que cale en la ciudadanía.

Además de este aspecto, la concejala llamó la atención ante los ruidos y la diferencia entre los ocasionados por los vecinos y la hostelería. «Las molestias de ruidos por vecinos son numerosas» mientras que «por superar los niveles de ruido autorizados en establecimientos hay dos en todo el año». En total hay 117 sanciones de ruidos de las que 98 son atribuibles a vecinos y el resto a actividades comerciales, no necesariamente de la hostelería. Mientras, en la ordenanza de espacios públicos se pasa de 82 expedientes sancionadores en 2018 a 43, uno de los datos más bajos. «Los hosteleros se han puesto las pilas al intentar disminuir las molestias que pueda haber con los vecinos» por lo que la concejala recordó que, en unas semanas, se presentará el mapa de ruidos y a partir de ahí comenzarán campañas de concienciación con los vecinos sobre esta situación.

«Esto nos viene a decir que el empresario está cumpliendo, como no puede ser de otra manera, porque para eso están las normas, que son comunes a todos», explicó la gerente de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo, Cristina Miranda. «El Ayuntamiento está cumpliendo su compromiso de controlar el cumplimiento de la ordenanza de Convivencia y Ocio», destacó Miranda. En este sentido, la gerente expuso que los hosteleros, ante el conflicto del botellón y de la situación del Torreón, tras las denuncias vecinales de la pasada legislatura, siempre han reconocido dos aspectos: «En primer lugar, que nuestra asociación no defenderá actuaciones que puedan realizar los empresarios y que perjudiquen al resto del colectivo y que en la zona concreta del Torreón el empresariado debe cumplir taxativamente lo que pone la ordenanza». De hecho, para la asociación, los locales están perfectamente «insonorizados» por lo que los ruidos que se generan de puertas hacia fuera y es un tema prohibido en otros marcos y que debe vigilarse ya que «los vecinos deberían descansar». De la visión de todo el año de las ordenanzas se descubre que no se trata solo de aspectos relacionados con el alcohol o los locales públicos, ya que, por ejemplo, en ocupación, la ordenanza que regula las terrazas se han abierto solo 34 expedientes, frente a los 79 del pasado año o los 128 de 2017.

Limpieza. Una ordenanza que guarda cierta relación con la ocupación pero en cuanto a los vecinos es la de limpieza y la gran cantidad de multas ha hecho que el Consistorio se empiece a plantear también la posibilidad de realizar una campaña de concienciación ciudadana. Por ejemplo, durante 2019 se han sancionado actuaciones como verter aceite de motor en la calzada, manipular el mobiliario urbano o por el vertido de escombros. En total hay unas 200 multas cada año, explicó la edil de Sostenibilidad, Mariana Boadella, quien recordó que el hecho de que las multas se mantengan en el tiempo desde hace años implica que algo hay que hacer y que habrá trabajos de sensibilización en colaboración con RSU. Por último, las multas de las otras dos ordenanzas, tenencia de animales, 45, y venta ambulante, 10, también se mantienen en cifras similares a las que se vienen produciendo.