Más multas por usar el móvil al volante que por beber

R. Ch.
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El exceso de velocidad es el primer motivo de multa en las carreteras provinciales, donde tocan techo las sanciones por usar auriculares o por no llevar el casco

Ya hay más multas por el móvil al conducir que por beber - Foto: RUEDA VILLAVERDE

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto recientemente negro sobre blanco todas las cifras de las multas y sanciones que impuso a lo largo del pasado año en las carreteras de la provincia. Una avalancha de datos que deja una primera conclusión: durante el año del COVID hubo menos multas de lo que era habitual en los años anteriores, condicionado, claro, por las restricciones a la movilidad que se impusieron para controlar la expansión del virus.

En total, la DGT cifra en 79.364 las sanciones impuestas a conductores en la provincia en todo el año. Comparado con 2019 son unas 20.000 menos y si se compara con 2015, hay hasta 30.000 multas menos. Como pasa todos los años, la mayoría de las sanciones que se ponen al volante son por excesos de velocidad. Entre los radares fijos y los móviles se detectaron 58.000 infracciones. Esto es, siete de cada diez multas al volante son por pisar el acelerador de más.

Dentro del amplio resumen estadístico de lo que fue el año pasado en las cifras de Tráfico hay un dato que destaca: a lo largo de 2020 hubo más multas por conducir hablando por el móvil que por dar positivo en un control de alcoholemia. Es la primera vez, al menos en el último lustro, que la balanza se inclina hacia ese lado, aunque en los dos ejemplos se rebajaron el número de infracciones. Ese vuelco a la realidad del tráfico en España ocurre después de que la propia DGT haya alertado del peligro que supone usar el teléfono al volante, llegando a compararlo con conducir bajo los efectos del alcohol. Donde de hechos están igualadas ambas infracciones es en materia de sanciones, o esa es la intención del Gobierno. Manejar un vehículo mientras se habla por teléfono móvil restará seis puntos del permiso de conducir, y no solo tres como hasta ahora tras una nueva reforma legal anunciada al código de circulación el pasado mes de marzo, con una multa de 200 euros.

Sin embargo, la suma de multas por ir bebido (740) y las impuestas por usar el móvil (879) ni se acercan a las que se ponen por no llevar el cinturón de seguridad (1.881). Además, crecen en el último año las multas por usar auriculares mientras se conduce, que llegan a su cifra más alta con 222 sanciones, como también establecen otro récord las multas por no llevar casco (115), por defectos en el alumbrado (407), por desobedecer las órdenes de los agentes (125) o las multas a conductores de autoescuelas o centros médicos (34). También tocaron techo las sanciones que se imponen cuando no se identifica al conductor que iba al volante, con más de 1.400, conducir un vehículo sin carné (164) y también las multas a peatones: 30 se pusieron a lo largo de 2020.

conductores temerarios. El Ejecutivo central planteó este año también agravar las sanciones para los comportamientos de los usuarios que generen un mayor riesgo en la carretera. En 2020 la llamada conducción negligente generó 173 multas en carreteras ciudadrealeñas, la segunda cifra más alta desde 2015, mientras que las sanciones por conducción temeraria al circular por sentido contrario ocasionó 80 multas, dentro de las cifras habituales en los últimos años.