Los Pactos de La Moncloa parecen seguir siendo el oasis soñado de la convulsa política española en estos tiempos oscuros. Así, el expresidente del Gobierno Felipe González defendió ayer su reedición, pero advirtió de los «discursos cargados de ideología» de aquellos que «criticaban» los acuerdos alcanzados en 1977, en una velada referencia a Podemos.

«Esos son los que criticaban el pacto constitucional. Algunos de estos todavía están revisando críticamente lo que se hizo y que nos permitió 40 años de progreso», lamentó el sevillano en una entrevista radiofónica. 

En este contexto, el que fuera jefe del Ejecutivo apostó por llevar a cabo «un esfuerzo de diálogo» en el que se cuente «con todo el mundo» y no «menospreciando a nadie». Así, se refirió a lo «simbólico» de las alianzas alcanzadas en la Transición para aludir a «la capacidad de ponerse de acuerdo para emprender una pelea contra la pandemia» y a su salida socioeconómica que «es más incierta» que en 1977.

«Necesitamos que los líderes políticos se pongan de acuerdo cediendo en posiciones y no incurriendo en contradicciones que veo. No es un pacto que se cierra, es una actitud de negociación, de dialogo permanente entre las fuerzas políticas», explicó el antiguo número uno del PSOE, que recordó que hace 43 años los dirigentes conocían «las causas de la crisis» y, además, estaba «en peligro la Transición democrática después de una larga dictadura». Ahora, sin embargo, la situación obliga más aún a un consenso total -incluyó a agentes sociales- ante el desconocimiento del Covid-19.

Sobre el cierre del Congreso, indicó: «Ahora no hay ninguna explicación para que la vida parlamentaria no presencial no se ponga en marcha, aunque sea desde casa».

Mientras, la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, justificó la negativa a unos nuevos Pactos de La Moncloa en la presencia del líder de Podemos y vicepresidente, Pablo Iglesias, a quien acusó de trabajar «en la destrucción del sistema del 78». «No establezco vetos pero no le veo ningún sentido a un acuerdo con los morados».

Por otra parte, ERC elevó el tono al señalar que no cuenten con ellos «para blanquear el actual régimen» aprovechando esta crisis sanitaria.